Vecinos de Recreo se manifiestan en contra de antena
viña del mar. Cerca de 40 personas llegaron hasta el lugar de instalación.
francisco farías
Con ollas, pitos, pancartas y lienzos, cerca de cuarenta personas llegaron a protestar hasta el frontis de la propiedad ubicada en calle Mexico 472, en el residencial sector de Recreo, lugar donde el dueño firmó un contrato de arriendo con ATC Sitios de Chile S.A., para la instalación de una Torre Soporte de Antenas y Sistema Radiante de Telecomunicaciones.
Los vecinos, en su mayoría gente de la tercera edad, salieron por segunda vez a la calle y, con megáfono en mano, intentaron llamar la atención del propietario para que este reconsidere una decisión que sienten los afecta de sobremanera, debido a probables efectos negativos en la salud de las personas.
'Conocemos la ley y sabemos que no tenemos mucho que hacer, por eso la única herramienta que nos queda es tratar de convencer al vecino del daño que nos provocará a quienes vivimos en los alrededores. Este es un tema que se expande indiscriminadamente, acá en el barrio ya tenemos varias y no queremos más', manifestó Andrés Gómez, cuyo patio colinda con el terreno en cuestión.
Gladys Seoane, quien vive en la calle posterior, comparte la preocupación de su vecino, principalmente por su salud. 'El patio de ellos da con el mío, yo tengo 90 años y quiero seguir viviendo, por eso me opongo, al igual que otras vecinas que tienen marcapasos por insuficiencias cardíacas', indicó.
Desvalorización
Los residentes de Recreo saben que la modificación de la Ley 20.599, de junio de 2012, no los protege como quisieran, ya que la única facultad que les queda es escoger el diseño de la torre, razón por la que no descartan interponer un recurso legal, debido principalmente a la disminución en la plusvalía de sus viviendas, que evalúan entre un 30% y 40% menos.
Por su parte, Claudio Carvajal, dirigente de un club deportivo que está solo a un par de cuadras, señala sentir impotencia debido a que los dueños no viven en el lugar: 'Los dueños arriendan el lugar a una lavandería. Nosotros no los hemos visto nunca por acá, por eso les da lo mismo'.
'La única herramineta que nos queda es tratar de convencer al vecino del daño que nos provocará a quienes vivimos acá'