La Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento presentada por la Presidenta Michelle Bachelet, propone potenciar de manera estratégica y selectiva aquellos sectores de alto potencial de crecimiento, así como también incrementar la productividad de las empresas, apoyándolas para que puedan crecer, internacionalizarse, mejorar sus ingresos y ofrecer empleos de calidad.

Paralelamente, la Región de Valparaíso está construyendo la Estrategia Regional de Innovación, liderada por el Gobierno Regional, la cual será una valiosa herramienta para implementar una política pública que nos permitirá conectar a los emprendedores, empresas, universidades y centros de investigación, con el fin de promover un cambio cultural que permita a la región incrementar su competitividad y la calidad de vida de sus habitantes mediante el componente innovativo.

A lo anterior, le debemos sumar que nuestra región debe avanzar en el desarrollo de programas que potencien aquellos sectores productivos en los cuales existen ventajas comparativas en un contexto global, que dispongan de posibilidades reales para generar ventajas competitivas y que tengan un potencial de crecimiento. Esto conllevará trabajar en la construcción y definición, junto a los actores especialistas en el tema y privados, de programas selectivos que permitan reducir brechas competitivas con alta coordinación pública-privada.

En términos generales, lo que buscaremos son apuestas regionales y territoriales identificadas bajo un enfoque de selectividad estratégica y con el foco de acción en la resolución de problemas de coordinación y en el cierre de brechas que afectan el desempeño productivo y competitivo en ámbitos tales como la tecnología, el capital humano, la infraestructura y otros bienes públicos, mejorando con ello el acceso al mercado.

En definitiva, trabajaremos por potenciar nuestras industrias, generando programas tecnológicos, vinculando la investigación y el desarrollo con los desafíos productivos, y con el firme propósito de retener nuestro talento regional. En este contexto, Corfo colaborará con sus programas de apoyo.

Finalmente, como Estado, y como Corfo en particular, pondremos énfasis en el desarrollo del capital humano de excelencia que cuente con igualdad de oportunidades. Ese es nuestro norte y nuestros programas e instrumentos estarán dirigidos hacia allá.

Nuevamente se ha perpetrado un atentado contra al edificio de la Iglesia Catedral de Valparaíso, dañando con bombas de pintura el gran mural de mármol ubicado en su exterior, el cual es un memorial dedicado 'A los niños asesinados antes de nacer'.

Derechamente este memorial, situado dentro del ámbito territorial del templo porteño, está reafirmando la definida oposición de la Iglesia Católica contra el aborto.

Se trata, entonces, de la expresión de una posición en un tema sobre el cual se viene debatiendo desde hace largo tiempo.

El dañar reiteradamente esa manifestación de una posición es, claramente, un atentado contra la libertad de expresión y, a la vez, una agresión contra la libertad religiosa, pues el ataque afecta a un edificio que es patrimonio de una iglesia.

Quienes están promoviendo el aborto tienen a su disposición amplias posibilidades de expresión de su pensamiento, pero ello no les da derecho a impedir, dañar o destruir las manifestaciones materiales -en este caso el memorial de la Catedral- de quienes no comparten esa posición.

Este hecho se suma a otros ataques repudiables perpetrados en el interior mismo del templo que han significado daños en el edificio e interrupción de actos de culto. Así, esas acciones, al daño material agregan actitudes de intolerancia que afectan valores espirituales que, es un hecho, son compartidos por la gran mayoría de la población.

Frente a estas lamentables realidades es necesario identificar a los autores del atentado, de tal modo que reciban la sanción del caso y reparen el daño causado. A la vez, hay que reforzar la vigilancia en el sector.

Pero junto a la sanción específica ajustada a las normas legales vigentes, es necesario también insistir en el valor de la tolerancia, del respeto a todas las posiciones dentro de un debate donde las únicas armas válidas son los argumentos. La violencia es una expresión de irracionalidad que debe ser erradicada y que atenta contra la sana convivencia nacional. En esa tarea de saneamiento le cabe un rol fundamental, como en muchos aspectos de la vida, a la educación, quizás una tarea pendiente de la cual deben tener conciencia los maestros, las familias y todos quienes conforman el tejido social.