La tasa de desocupación nacional en la última medición realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), correspondiente al trimestre móvil abril-mayo-junio, acusa un alza al 6,5%. En términos concretos, ese indicador quiere decir que hay en el país 541.570 desempleados, 31.860 más que hace un año. Por otro lado, las perspectivas para 2015 presentan un aumento superior al 7%.
En el caso de la Quinta Región el desempleo llegó a un 7,2% de la fuerza de trabajo, siendo el tercero más elevado del país tras Coquimbo, 7,8 %, y Biobío, 7,6%.
Para la comuna de Valparaíso la última medición da como resultado un desempleo del 7,9%, lo que supone un alza del 2,3% si se compara con las cifras de igual periodo del año 2013. En San Antonio el desempleo alcanzó a un 7% y en Viña del Mar, un 5,6%. Estas cifras reflejan la situación de una fuerza de trabajo regional de 844.190 personas, de las cuales 783.250 cuentan con alguna ocupación.
En general, todos estos resultados son expresión de una retracción en varios rubros de la economía nacional y en el caso específico de la Ciudad Puerto, habría que buscar el origen del aumento en el gran siniestro que afectó a varios cerros y en la incertidumbre que aparece en algunos rubros, como el portuario, donde faltan definiciones en cuanto a proyectos y a normas laborales.
En el caso del siniestro hay un efecto sobre el turismo local, actividad que disminuyó como lo han señalado reiteradamente empresarios del rubro, aun cuando el equipamiento correspondiente no acusó mayores daños.
Los empresarios de la construcción, en tanto, prevén que el desempleo sectorial alcanzará el 12% de la fuerza de trabajo de ese rubro en el nivel nacional.
Este cuadro llama focalizar esfuerzos para frenar esta situación. Es importante avanzar en definiciones legales claras, que conjuren incertidumbres y que en vez de desalentar los emprendimientos, los estimulen.
En resumen, hay que derrotar las desconfianzas para lograr consolidar las fuentes de trabajo actuales y crear nuevas abriendo paso a la creatividad y a la innovación, responsabilidad ineludible que comparten el sector privado y las actuales autoridades de Gobierno.