Al rescate de Laguna Verde
En forma cíclica, cada cierto tiempo salta a la palestra el problema de la localidad de Laguna Verde, relevante asentamiento habitacional de la comuna de Valparaíso, el que ha ido experimentando un aumento de su población a la par que sus problemas, a medida que pasan los años. De ser un apacible lugar de esparcimiento y sede de una central termoeléctrica que le dio vida al lugar cuando solo era una caleta de pescadores y de parcelas forestales, se ha transformado en un atractivo turístico y, al mismo tiempo, con loteos irregulares que han contribuido al incremento de su población estable, como también de segunda vivienda para porteños y santiaguinos.
Un reportaje de nuestro Diario ha revivido los eternos problemas que afectan seriamente a dicho sector y que ciertamente requieren de urgente atención de las más altas autoridades de la región y de la provincia, como también de la ya saturada Municipalidad de Valparaíso, puesto que involucran a variados servicios públicos y que se representa, entre otros problemas, con la tala irregular de árboles, la proliferación de loteos irregulares ocupando parcelas de destino forestal sin ninguna urbanización, aparte de la ocupación ilegítima de terrenos y sitios en el sector costero, y que pertenecían, entre otros, a la Fundación Otaegui, que al parecer tampoco han sido regulados.
A ello se suma el progresivo abandono del lugar, pese a su interesante potencial turístico y de esparcimiento natural, lo que se agrava con una decisión, afortunadamente aún no materializada, de trasladar la compañía de Bomberos que allí existe a un sector del Acceso Sur o Camino de la Pólvora, aplicando el sistema de desvestir a un santo para vestir a otro, lo que dejaría en la indefensión a más de cinco mil familias que viven en sectores rodeados de bosques y con inminente peligro de incendios.
Dirigentes vecinales, arquitectos y representantes de diversas organizaciones se han puesto en campaña para aunar esfuerzos e intereses en busca de una solución de conjunto, agrupando a los diversos estamentos, en una medida muy atinada y recomendable, para tener una sola voz ante las autoridades y organismos encargados de resolver los problemas de una comunidad que cada día se ve expuesta a un mayor abandono, pese al constante crecimiento de su población.