Un total de 73 ejemplares de la 'fragata portuguesa' detectaron los patrullajes de la Armada en las zonas costeras del norte de la Región. Ante dichas apariciones, la Capitanía de Puerto de Quintero, junto con avisar a los municipios involucrados y retirar los ejemplares, procedió a cercar las playas involucradas para evitar el acceso de personas.

En la Playa Grande de Cachagua, la Armada observó 60 ejemplares del hidrozoo, en Zapallar detectó 3 fragatas varadas y en Pichicuy, encontró 10 ejemplares completos, tomando las primeras acciones.

'Este tipo de medusa (Physalia physalis) posee propiedades y características tóxicas para el ser humano, y a través de picaduras con sus tentáculos, inyecta una neurotoxina que al tomar contacto con la piel puede generar intensas irritaciones y ardor', advirtió la información dada por la autoridad marítima.

Precisa además que ya informó tanto a la autoridad sanitaria como a los municipios de Zapallar y Quintero, así como al Servicio Nacional de Pesca, con la finalidad de 'coordinar un accionar y frente común preventivo para la comunidad, realizando los siguientes procedimientos'.

Con estos procedimientos, suben a diez las playas cerradas en la Región debido a la aparición de este tipo de seres vivos en las playas.

Eran las 14 horas de ayer cuando vecinos de la población El Olivar, en Viña del Mar, fueron alertados por gritos y disparos que provenían de la vía pública, precisamente de la intersección de las calles Parinacota y Visviri, lugar donde yacía en el suelo y ensangrentado un hombre que era asistido por otro, mientras que el cuerpo sin vida de una mujer permanecía en la parte posterior de un vehículo todoterreno.

No pasó mucho tiempo para que los testigos del hecho de sangre se percataran que la víctima era María Ruckoldt U. (64), residente del sector, y el herido su esposo, Juan Olivares (65), quien era ayudado por su hijo, el que logró dar aviso oportuno a Carabineros informando que el autor de los disparos fue nada menos que su abuelo, identificado como Alfredo Ruckoldt, de 88 años, padre de la occisa y exfuncionario de la Armada.

Previamente, y según lo precisado por el fiscal Cristián Paredes, se había registrado una fuerte discusión entre los integrantes del grupo familiar, aparentemente por un tema de índole económico, lo que gatilló la violenta reacción del octogenario, quien sacó de entre sus ropas un revólver con el que disparó en dos oportunidades a su hija. La mujer, que se hallaba en los asientos traseros de un jeep Mahindra, modelo Scorpio, recibió los tiros en el tórax, muriendo en el lugar.

Tras ello, su yerno y nieto trataron de reducirlo, pero el sujeto alcanzó a disparar nuevamente dos veces, hiriendo en las piernas al primero, para luego huir caminando del lugar, pero sin el arma homicida que le fue arrebatada en el forcejeo. Mientras gran cantidad de vecinos se aglomeraba en el lugar no dando crédito a lo sucedido, efectivos de Carabineros patrullaron las inmediaciones para dar con el paradero del homicida, quien fue finalmente detenido a dos cuadras del lugar de los hechos.

Por instrucción del fiscal Paredes, personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) realizó las pericias científicas al cuerpo de la mujer y al sitio donde ocurrió la tragedia, en tanto que efectivos de la SIP de la Quinta Comisaría se encargaron de empadronar a testigos y recabar información sobre las causas que desencadenaron este hecho de sangre.

De acuerdo a lo informado por el fiscal Paredes, Alfredo Ruckoldt pasará hoy a control de detención en el Juzgado de Garantía de Viña del Mar, para luego ser formalizado por parricidio y homicidio frustrado.

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