Dentro de las tareas pendientes en el rescate patrimonial de Viña del Mar, severamente afectado por el terremoto de 2010, se encuentra el palacio de la Quinta Vergara. La edificación data de 1910 y es el corazón de la Quinta que lleva su nombre, la cual, con un notable sentido visionario, fue adquirida por la Municipalidad en 1941. La decisión de la autoridad local de esos años, compleja y criticada por algunos sectores, salvó al valioso inmueble de la siempre lista 'picota del progreso'.
El uso y el paso de los años han afectado a la construcción y el último golpe fue el señalado sismo.
Asumiendo el valor del palacio mismo y del parque en su totalidad, se trabaja en un proyecto de restauración encabezado por el arquitecto Jaime Migone, doctor en restauración patrimonial, quien ha destacado, junto al valor estético del edificio, la calidad de su construcción.
El palacio actual vino a reemplazar a la antigua residencia de la familia Vergara, abatida por el devastador terremoto de 1906. Sin duda el proyecto de reemplazo desarrollado por el destacado arquitecto italiano Ettore Petri, consideró técnicas constructivas que han permitido la conservación del edificio, pese a lo cual los terremotos han provocado un grave daño, por lo que ahora el inmueble se encuentra cerrado.
La restauración tiene un valor de casi 5 mil millones de pesos, suma de la cual no dispone la Municipalidad, que debe hace frente además al rescate del Teatro -9 mil millones- y del palacio de la Quinta Rioja.
Con todo, en el caso del Palacio Vergara hay avances importantes en el diagnóstico de daños y estudios del proyecto mismo, el cual postula entregar nuevos valores al tradicional edificio, agregando una sala subterránea de 400 metros cuadrados para exposiciones y otras instalaciones.
Dentro del conjunto del patrimonio nacional, el Palacio Vergara es un componente valioso, ya que al edificio, expresión de una época y del estilo de vida de un sector de la sociedad chilena, se agrega su condición de espacio de exhibición de una importante colección pictórica y de mobiliario de interés histórico.
Por ello, la recuperación del Palacio Vergara y de su entorno es una tarea ineludible que requiere del concurso no solo de recursos municipales, siempre escasos, sino que también de otras instancias públicas, sin descartar el aporte del sector privado.