Nuevos instrumentos de apoyo a las micro y pequeñas empresas (mypes), comprometidos en el programa de gobierno y en la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento, ofrecerá el Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) a partir del próximo año. Se trata de la creación de 50 centros de desarrollo empresarial, el apoyo a barrios comerciales, junto con potenciar la modernización de ferias libres.

Adicionalmente, Corfo transferirá a Sercotec instrumentos orientados a las mipes correspondientes a los Programas de Emprendimiento Local (PEL), los que tienen como objetivo apoyar a los emprendedores de una localidad para que mejoren su gestión, desarrollen sus competencias y capacidades y puedan acceder a nuevas oportunidades de negocios; los Programas Asociativos para las Microempresas (PAM); Focal MYPE y los Fondos de Asistencia Técnica (FAT).

Sobre la red de centros de desarrollo empresarial, esta tendrá presencia en todas las regiones del país. Los centros implicarán un nuevo modelo de atención a las micro y pequeñas empresas, el cual incluirá un diagnóstico, la elaboración de un plan de negocio, la búsqueda de instrumentos para su implementación y acompañamiento en esta etapa, así como seguimiento y evaluación del impacto económico. Los resultados de esa medición tienen que reflejarse en que las empresas atendidas aumenten sus ventas.

En relación a barrios comerciales, el Servicio de Cooperación Técnica prepara un programa de fortalecimiento para las empresas de menor tamaño instaladas en dichos barrios. A través de proyectos grupales o colectivos, se busca generar una estrategia común en torno al barrio, que lo diferencie de otros lugares competidores y que potencie sus atributos comerciales, su identidad cultural y/o patrimonial. El programa está en etapa de diseño y también empezará a operar a partir de 2015.

En cuanto a ferias libres, el Servicio potenciará la línea de apoyo a la Modernización de Ferias Libres, creada en 2008, de acuerdo al compromiso del programa de gobierno de duplicar recursos para impulsar su desarrollo y modernización, en beneficio directo de las ferias y los feriantes de la región y el país, lo que sin duda representa una verdadera oportunidad para que quienes laboran en estos verdaderos mercados al aire libre puedan mejorar las condiciones de entorno en las que desarrollan su trabajo.

Uno de los grandes problemas que se registran en nuestras ciudades se relaciona con la construcción en altura en los cerros y barrios que rodean a Valparaíso y Viña del Mar, los que continuamente generan roces y enfrentamientos entre vecinos y las inmobiliarias que gestionan sus proyectos.

Entre las pocas atribuciones con que cuentan los municipios para enfrentar la proliferación de torres y edificios, sobre todo en los sectores en que los planos reguladores, que contienen algunas normas bastante anticuadas y permisivas, es la de solicitar a la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda la autorización para congelar permisos en determinados sectores. Y es precisamente lo que ha hecho, una vez más, el municipio viñamarino, encabezado por su alcaldesa Virginia Reginato, que ha presentado esta solicitud para congelar permisos de edificación en altura en el área de Jardín del Mar, en Reñaca, acogiendo de esa forma las inquietudes de los residentes en el área, representados por la Junta de Vecinos y por el Comité de Adelanto Vista Mar, ya que son muy pocas las residencias unifamiliares y áreas verdes que van quedando, entorno que se ya se encuentra prácticamente saturado con las nuevas obras habitacionales y que esperan salvar con esta medida los pocos lugares que van quedando. Cabe consignar que, además, han planteado su mayor preocupación luego de conocerse que la Armada podría poner en venta un paño del Fundo Naval de Las Salinas, que en parte colinda precisamente con Jardín del Mar, y que se prestaría para nuevas construcciones en altura.

En consideración de que se trata de medidas de emergencia, que se conceden con plazos acotados y en forma excepcional, no obstante haberse logrado en Miraflores, Limonares y Recreo, estimamos que la solución global y equitativa, tanto para los vecinos como para las empresas inmobiliarias, es insistir en la modificación del plan regulador de Viña del Mar, que ya se encuentra obsoleto y con normas que muchas veces no respetan la calidad de vida de que deben gozar y disfrutar los habitantes de Viña del Mar, como lo ha reconocido expresamente la propia alcaldesa de la ciudad.