Quilpué compra edificio Carozzi para su nueva municipalidad
Patrimonio. Hoy la familia Bofill y el alcalde Viñambres firman el traspaso. El municipio invertirá un total de $ 2.700 millones para tener habilitada la nueva casa consistorial el segundo semestre de 2016.
pablo tomasello
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emv
Lo que hace casi diez años eran solo especulaciones, desde hoy jueves se transformará en una realidad. La empresa Carozzi decidió vender a la Municipalidad de Quilpué su antiguo y característico edificio del centro de la ciudad, para que el gobierno comunal lo transforme en su nueva casa consistorial. En una ceremonia que se realizará al mediodía, el alcalde Mauricio Viñambres y el presidente del directorio y propietario de la compañía, Gonzalo Bofill, firmarán los documentos del traspaso.
El antiguo inmueble, que desde 1907 ha sido testigo del crecimiento urbano de la Ciudad del Sol, será comprado por el municipio quilpueíno a la familia Bofill en cerca de 800 millones de pesos, los que se deben sumar a otros $ 1.900 millones que serán empleados en su restauración y remodelación. En total, los dineros fueron obtenidos por la Municipalidad a través de un leaseback o retroleasing (sistema de financiamiento) licitado al Banco de Crédito e Inversiones (BCI) por diez años, y con un terreno aledaño a la Villa Olímpica como garantía.
El alcalde de Quilpué, Mauricio Viñambres, junto con confirmar a 'El Mercurio de Valparaíso' la operación, sostuvo que una vez firmada hoy la compraventa, el próximo paso será en septiembre la licitación de las obras de remodelación que podrían durar cerca de un año y medio. A mediados de 2016, todas las dependencias municipales que hoy se encuentran repartidas en distintos puntos de la ciudad, se concentrarán en el remozado edificio Carozzi.
En relación a esto último, el jefe comunal enfatizó que se trata de una de las inversiones más importantes que Quilpué habrá hecho en los últimos años, pues les permitirá ahorros en corto, mediano y largo plazo por concepto de arriendo. Actualmente, la comuna invierte unos 26 millones de pesos cada mes por concepto de pago de arriendo, servicios básicos y seguridad (incluyendo la Corporación que administra la salud y educación municipal). La cuota mensual del retroleasing que deberá pagar el municipio al BCI por la operación a 10 años será de 25 millones de pesos, aproximadamente.
Carozzi, de esta forma, venderá el antiguo edificio de cerca de 12 mil metros cuadrados, donde por largos años se mantuvo la fábrica de pastas más moderna de Sudamérica. Sin embargo, mantendrá la estructura donde antes se ubicaban los molinos y que ahora funciona como bodegas para la compañía.
Siete años de tratativas
'Iniciamos las conversaciones con Gonzalo Bofill (dueño de Carozzi) para conocernos en primer lugar. Teníamos un pensamiento muy parecido de lo que queríamos para la ciudad, tanto él como su familia, como empresarios importantes de la época en esta ciudad. Y yo le planteé esta idea de comprar el edificio, lo cual le pareció muy bien. La primera conversación fue el 2007 y el 2009 ya lo dejamos definido, y lo que pasó es que el 2010 vino el terremoto y la inversión se volvió complicada. Pero finalmente el 2014 sale humo blanco y este jueves (hoy) se firma la compra del edificio', sostuvo el alcalde Mauricio Viñambres.
Para el jefe comunal la importancia de la compra del inmueble, más que en una inversión, radica en el resguardo patrimonial, pues la nueva municipalidad se trasladará a un edificio que tiene una historia de 107 años y que marcó en gran medida el progreso de Quilpué.
En ese mismo plano, Viñambres dijo que el deseo de reencuentro permanente con la historia quilpueína explica por qué el esfuerzo en la recuperación del Teatro Velarde, de la Plaza Vieja, de la estación Valencia recientemente confirmada por Merval, de la capilla Los Perales de los Padres Franceses en el camino Lo Orozco, y ahora el icónico edifico Carozzi.
'Aquí la gente tiene que entender una cosa, que esto tiene que ver más con los afectos que con lo económico o financiero. Tiene que ver con la historia de la ciudad, con la historia de una familia que tomó una decisión. Y yo lo quiero decir públicamente, aquí no hay negocio; lo que la familia Bofill ha querido hacer es ayudar a esta ciudad a conservar y mantener lo patrimonial y eso para nosotros tiene un valor tremendo y nuestros agradecimientos a ellos', ratificó Viñambres. El jefe comunal reparó en el hecho de que el valor comercial de la propiedad que hoy adquiere el municipio es varias veces superior a los cerca de 800 millones que recibirá la empresa Carozzi.
Respecto de la remodelación, de la cual hay ya un preproyecto y que en septiembre se licita su ejecución definitiva, el alcalde de Quilpué recalcó que se tratará de rescatar al máximo la estructura original. 'Estamos recuperando un edificio que quizá otros lo echarían abajo para construir un edificio moderno, pero vuelvo a decir, para nosotros tiene un valor. Alguien me dijo 'cómo está usted comprando una cosa vieja', pero se notaba que esa persona no le tenía cariño a esta ciudad'.
Recado a Merval
Aún no se sabe si el nuevo edificio de la Municipalidad de Quilpué mantendrá el mismo nombre: Edificio Carozzi. Lo que sí está claro es que el renacimiento del inmueble tras el alejamiento de la empresa, va a significar en la práctica la expansión del centro de la ciudad más allá de la línea férrea, esa suerte de límite que la propia historia quilpueína ha fijado casi naturalmente.
'Es bastante importante y le hago un llamado a Merval para que empiece a pensar en hundir el tren, por lo menos en este tramo, porque acá está habiendo un desarrollo. Con esto queremos darle una señal a Merval que hay que estar con los tiempos porque esta ciudad está avanzando', dijo enfático Viñambres.
'Con una mirada futurista -prosiguió el alcalde - y con las señales que nosotros estamos dando, la Unesco está mirando para acá, y yo quiero decirlo, está mirando a Quilpué no solo por su arquitectura (recuperación), sino por lo que está pasando en el ámbito cultural, y por qué no, quizás pronto podamos estar postulando a una zona de patrimonio'.
Una vez que esté concluida la remodelación de la nueva casa consistorial, el actual edificio principal ubicado en la plaza Irarrázaval, frente a la estación de trenes de Quilpué, será utilizada como anexo al centro cultural que operará en el Teatro Velarde.
El jefe comunal quilpueíno adelantó que junto a Gonzalo Bofill están analizando la posible creación de un museo basado en la historia de la era industrial en la zona. Manifestó que pronto darán a conocer públicamente los detalles.
En ese mismo plano, Mauricio Viñambres hizo un llamado a otras familias tradicionales de la ciudad, como la de Salvador Covarrubias, a seguir el camino de los Velarde o los Bofill para que 'contribuyan' con la recuperación patrimonial de la ciudad.
$ 800 millones,
$ 1.900 millones
2016 el segundo semestre
'Las ciudades inteligentes en el mundo lo que hacen es conservar su patrimonio. Las ciudades sin patrimonio no tienen alma, en otras palabras, no tienen vida'