El consumo de marihuana y de otras drogas
Me ha motivado el escribir al Diario el que se haya difundido estadísticas que muestran un aumento del consumo de marihuana en escolares, y la publicación en un medio de Santiago de un comentario del Dr. Humberto Soriano, colega, director en la Sociedad Chilena de Pediatría, destacado médico, hijo de quien fuera hace cinco décadas destacado pediatra en Viña del Mar y quien influyó positivamente en mi formación como especialista.
Al igual que él, hablo como padre, como médico pediatra, docente y actual presidente de la Sociedad Chilena de Pediatría, filial Valparaíso, y habiéndome informado sobre el tema, he llegado a la conclusión que el consumo de la marihuana es dañino para niños y adolescentes, y que los padres, médicos, profesores, padres y toda la comunidad deben ser claros en señalar el riesgo que tiene este consumo.
Es en extremo preocupante que en nuestra sociedad haya aumentado el uso y abuso de alcohol y el uso de drogas. La razón que estimo principal para que esto ocurra es que ante la soledad, la falta de cariño, la carencia de apoyo de sus iguales y de sus mayores, las personas vulnerables eluden su angustia mediante un escape rápido y dañino.
El vacío en los niños y adolescentes es de valores que atraigan y entusiasmen, la carencia de modelos a seguir, la ramplonería de los medios de comunicación, el ofrecer llenarlos con fetiches de consumo, que no llenan la necesidad del desarrollo humano.
Aún conocemos niños y adolescentes que son solidarios con los más pobres y con los más ignorantes y necesitados, y ellos rara vez se exponen al riesgo del consumo abusivo del alcohol y la dependencia de las drogas. Otra actividad que favorece el desarrollo de las virtudes de la fortaleza, la templanza y el valor de decir que no, son las del deporte, los clubes que acogen y enseñan. Pero nuestra pobrísima planificación urbana les niega a los niños y adolescentes los espacios para practicar deportes y cultivar una sociabilidad positiva. El resultado son menores aburridos, lateados, desmotivados, que buscaran escapes rápidos y dañinos.
No es menos descorazonadora la propaganda repetida de la 'felicidad' de ser consumidor de alcohol, o el seudo heroísmo que los medios de comunicación dan a los trasgresores, en especial si atacan a la autoridad o especialmente a la policía.
Llamo a los pediatras, profesores, líderes y padres a tomar conciencia que el consumo de marihuana es dañino, al igual que el tabaco y el abuso del alcohol, en especial en niños y adolescentes y, por lo tanto, se opongan a la difusión y consumo de ellos.
Llamo a fomentar la fe en los valores, en la solidaridad y en la esperanza de construir un presente y futuro mejor, con esfuerzo y buen ejemplo, desechando los populismos, incluyendo en ellas la falsa felicidad de las drogas y el exceso de alcohol.