Puntilla del Viento: cuatro tesis para una resistencia
Embalse. Decenas de familias luchan para evitar la construcción de la megaobra de US$440 millones y no dejar una bomba de tiempo.
De entrada, los vecinos de San Esteban y Los Andes que se oponen a la construcción del embalse Puntilla del Viento, advierten que no se trata de un conflicto como cualquier otro. Primero, porque aseguran que es una lucha que data de 1925, porque además tienen antecedentes de expertos, y porque a diferencia de disputas similares, no quieren deshacerse del problema 'tirando la pelota' a otra zona. Aceptan construir uno o más embalses en su localidad, pero definitivamente no en el lugar predilecto de Obras Públicas.
Aseguran que tienen cuatro potentes razones para oponerse al proyecto, que demandaría al Estado una inversión de US$440 millones y que dejaría bajo el agua a parte importante de un valle por donde, además, pasa la principal vía de conexión con Argentina.
Manuel Arredondo, presidente de la Junta de Vecinos Vizcachas de Los Andes y vocero de la Agrupación por el Mejoramiento del Camino Internacional, es uno de los líderes de quienes se oponen a la iniciativa. Sostiene que el primer motivo para una férrea resistencia es la seguridad. 'Aquí los problemas son tanto para las personas que están dentro del sector de inundación como para quienes están río abajo. El cerro donde se supone va a ir la cortina (presa) es de roca descompuesta. El 71 estuvieron haciendo un túnel de desvío, donde hubo dos muertes porque iban avanzando y el cerro se asentaba, o sea, se cae'.
El grupo que lidera Arredondo se basa en estudios del geólogo estadounidense de la Universidad de California y de la California State University, Robert Curry, que señalan la inviabilidad del embalse en el sector de Puntilla del Viento.
'También Sernageomin solicitó estudios geológicos como contraparte de lo que dice el MOP, porque al embalsar el agua, lo que se produciría es la infiltración por el problema de la falla geológica San Ramón-Pocuro. Hasta el momento ha habido temblores 6,2° o 6,4° pero imagínese un terremoto de gran magnitud aquí con un embalse construido', sostiene.
Temen que por una mala decisión la estructura ceda causando una tragedia río abajo por desplazamiento de grande volúmenes de agua y sedimentos. 'No queremos dejar a las futuras generaciones una bomba de tiempo en la cabecera del Río Aconcagua', dicen.
El sentido de la pertenencia es otra de las razones esgrimidas para oponerse.
Al respecto, Arredondo explica que existe un apego especial hacia la tierra, que no se traduce en dinero. Aseguran que a ellos les basta con tener para sembrar, cosechar y vivir tranquilos con sus animales, pues 'vivimos la vida mucho más felices que millonarios…' Pero están conscientes que argumentos de corte emocional no tienen cabida en estudios de factibilidad económica.
'Las personas que viven aquí, tienen un valor que no es tan solo dinero, que es un intangible. Aquí no ha habido intervenciones del Estado porque siempre ha estado el fantasma del embalse, o sea un proyecto importante no puede salir para este sector va a ser inundado y dicen 'para qué vamos a perder plata'. Esto ha ido en desmedro de la calidad de vida de nosotros' explica.
Los vecinos esgrimen que les parece injusto cortar lazos con el escenario natural que vio crecer a sus familias, para beneficiar a otras zonas que necesitan riego. 'Entendemos que los beneficiados serían los grandes agricultores'.
El alto costo económico que traería para el país la construcción del acopio es otra de las razones para oponerse. Aseguran que la vida útil del embalse es menor a la proyectada oficialmente.
'Se está hablando de casi US$500 millones, para una vida útil de 50 años, pero creemos que aquí con la cantidad de sedimentos de lastre que trae el río no duraría más de 15 años. Y, además, el desmantelamiento costaría cuatro veces lo que costó construirlo. Nosotros aquí estamos acostumbrados a ver la intervención del agua, lo vemos en el caso de Colbún por sus hidroeléctricas…Además de eso es muy probable que después el embalse sea concesionado es decir, que pase a manos privadas', sostiene Arredondo.
En reuniones con las autoridades, los vecinos han recalcado que están conscientes de la escasez hídrica de la zona y de la necesidad de contar con obras hidráulicas. Por eso han ofrecido opciones dentro de la misma localidad.
'Si no hubiera alternativas a lo mejor sería distinto, y también se lo dijimos al ministro. Están el sector de Río Colorado, Loma de la Iglesia con Juncal y Pocuro, San Vicente, donde les propusimos hace seis años atrás hacer un estudio, y donde nos respaldamos en el estudio de Robert Curry que dice que hacer un embalse en este sector es un riesgo vital, y donde se recomienda una cadena de embalses más pequeños que se alimenten unos con otros', argumenta Arredondo. 'Nosotros -continúa- les estamos ofreciendo alternativas y yo creo que el ministro de Obras Públicas quedó con otra sensación después de habernos escuchado'.
Las sensaciones de Arredondo son compartidas por otros dirigentes como María Guerra, presidenta de la Junta de Vecinos Primera Quebrada y tesorera del canal La Quebrada; Erasmo Abarca, del mismo sector; y Hernán Urtubia, dirigente de Villa Aconcagua.
María Guerra, por ejemplo, respecto de las compensaciones que otorga el Estado en estos casos, afirma que 'tenemos la mala experiencia de cómo han quedado personas con otros embalses. Nosotros fuimos al embalse Puclaro (Coquimbo) donde la gente quedó muy mal, y desde ahí que nosotros sabemos a qué vamos. Vimos cómo les dieron unas mediaguas sin agua y sin luz. Que ellos (autoridades) nos quieran ofrecer plata eso es problema de ellos, nosotros no vamos a quedar nunca igual'.
Y agregó: '¿Por qué tienen que quitarnos lo que nos ha costado sacrificio mantener? Que la Presidenta se ponga la mano en el corazón y ojalá que también ella algún día nos reciba para explicarle lo mismo'.
Hernán Urtubia es más tajante. Él pide que el proyecto Puntilla del Viento se elimine de una vez por todas de la agenda del Estado para no volver sobre el tema cada vez que asume un nuevo gobierno. 'Cuando nosotros fuimos a Santiago al Ministerio de Obras Públicas, yo le pregunté al ministro, y en ese entonces se nos dijo que no se iba a hacer y ahora que de la noche a la mañana nos digan que sí se va a hacer, es como recordar la pesadilla'.
Saben que están trabajando contra el tiempo ya que OO.PP. presentará en septiembre su cronograma definitivo de obras de riego. Confían en que la mesa de trabajo establecida hace un mes por el propio ministro Alberto Undurraga dé frutos. Hasta ahora la instancia ha funcionado sin problemas y con una alta participación.
'En esta mesa vamos a ver cuál es la voluntad del Gobierno y vamos a mostrar cuáles son los argumentos que tenemos para defendernos. Y si tenemos que llegar hasta una Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo vamos a hacer', recalca.