Mailliard consigue un inesperado sexto lugar en el Mundial
canotaje. La compañera de bote de la viñamarina se dio cuenta que estaba embarazada un mes antes del torneo en Moscú y obligó a un cambio en el equipo nacional.
cedida
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María José Mailliard repite como si fuera un mantra que desea ser la mejor en su deporte. Ese objetivo ronda en su cabeza todo el día. Por eso le pegó fuerte cuando supo que en el Mundial de Canotaje no iba a hacer dupla con Nancy Millán, su compañera preferida y con quien había logrado el tercer lugar el año pasado en este mismo torneo.
La historia se inicia un mes antes del campeonato que se desarrolló en Moscú entre el 6 y el 10 de agosto pasados. Mientras preparaban su participación, en Curauma, Millán comenzó a sentirse mal. Sufrió vómitos y fiebre. Pensaban que era una gripe, pero en realidad estaba embarazada de siete semanas.
Debido a su condición, la canoísta debió ser reemplazada por Diana Paillalef, con quien finalmente hizo dupla la viñamarina Mailliard en la disputa de una medalla en el C2 500 metros.
Según la deportista de la Ciudad Jardín, la llegada del nuevo técnico del equipo nacional de canotaje, el español Jesús Cobos, significó un cambio respecto a la forma en que trabajaban con el polaco Zdzislan Szubski, que los dirigía anteriormente.
'Al entrenador no le gusta que compartan bote dos remeras zurdas, porque no se ve mucho a nivel mundial, aunque las canadienses, las rusas y las españolas reman para el mismo lado', apunta la canoísta, quien asegura que durante el campeonato en Rusia mejoraron bastante sus tiempos, hasta meterse en la final.
Sin embargo, reconoce que 'como equipo, a la hora de disputar la medalla, siento que no lo dimos todo, quizás con Diana necesito entrenar más tiempo aún, o a lo mejor más comunicación, yo soy frontal, pero digo las cosas para que rememos más rápido, no para agredir'.
Finalmente consiguieron el sexto puesto, con un tiempo de 02:12.080, a nueve segundos de las campeonas húngaras.
'Un sexto lugar del mundo no está mal, hay duplas que llevan años remando juntas y les ganamos', apunta Mailliard, recordando que el hecho de no haber clasificado directamente a la final de su categoría les pudo pasar la cuenta, pues llegaron más cansadas que el resto.
'Creo que todo pasó por falta de entrenamiento, se tomó la decisión de que habrá concentraciones cada dos meses, pero somos todas de ciudades distintas, Diana es de Nueva Imperial', asegura la viñamarina, quien reconoce que 'he pensado en competir en singles, porque me cuesta mucho confiar, con Nancy (Millán) entrenábamos más tiempo juntas'.
Respecto a los desafíos que se vienen para ella el próximo año, reconoce que no tiene claridad pues todavía hay que definir los torneos a los que clasificará y a los que la Federación decida enviar al equipo nacional.
Lo más claro son los Panamericanos de Toronto, Canadá, en los cuales tiene que ganarse un espacio en los controles que se organizan en nuestro país para los seleccionados.
'No sé si vaya a las tres Copas del Mundo y al Mundial, la política acá es diferente. Este año, por ejemplo, no fuimos a las Copas', explica Mailliard, quien desde abril tiene la beca Proddar.
La temporada terminó en Moscú para la remera viñamarina. Sus objetivos son altos y espera cumplirlos todos. Mientras se prepara, repite como un mantra: 'Mi idea es ser la mejor, siempre'.
02:12.080