La decisión del actual Gobierno de reponer el antiguo proyecto del embalse Puntilla del Viento en las comunas de San Esteban y Los Andes ha provocado una fuerte reacción de los vecinos y comunidades que se verían afectadas por la extensa área de inundación que tendría la represa, con una capacidad útil de 85 millones de metros cúbicos de agua en 450 hectáreas de superficie inundada, con una vida útil mínima de 50 años.

Aunque el cronograma definitivo del plan del Ministerio de Obras Públicas para las próximas inversiones en los embalses de nuestra región será oficializado y dado a conocer en septiembre próximo, se estima que los trabajos preliminares para esta represa podrían iniciarse en el próximo año.

Es un hecho cierto que las obras hidráulicas son urgentes e indispensables, lo que ha quedado demostrado en los tres últimos años de sequía continuada, que ha provocado graves problemas en la producción agrícola de una extensa zona, que podrían haberse solucionado contando con los acopios suficientes del vital elemento.

Parte de este plan, anunciado en su oportunidad por el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, contempla también la construcción del embalse de Catemu, en la provincia de San Felipe; la ampliación del embalse Los Aromos de Limache, en la provincia de Marga Marga; y la construcción de los embalses Las Palmas y Los Ángeles, en la provincia de Petorca. A ellos se suma el embalse de Chacrillas, en Putaendo, que está en sus etapas finales para entrar en servicio.

Si bien es cierto que estas obras son de imperiosa necesidad, es necesario conciliar los intereses generales con los de las cerca de 700 familias que serán afectadas por la inundación como también parte de la ruta internacional, aparte de que los opositores al lugar escogido por la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP, estiman presenta fallas geológicas que convertirían a esta obra en una constante amenaza, sobre todo por el riesgo que implican los movimientos sísmicos de gran intensidad.

Por otro lado, las obras de embalses proyectadas en el plan de inversión en Obras de Riego por escasez hídrica en la zona interior de la Región para el periodo 2014 y 2018, con una inversión superior a los mil millones de dólares, darán seguridad de riego a un total de 77 mil hectáreas de suelo agrícolas en la Región de Valparaíso.