Estudios realizados a nivel nacional advierten que las mujeres mayores de 75 años y que viven solas son las personas más propensas a sufrir caídas graves. Pero este tipo de accidentes pueden evitarse siguiendo algunas recomendaciones básicas: por ejemplo, sacar las bajadas de cama, cuidar que las alfombras no tengan sus orillas gastadas o dobladas, evitar pisos resbalosos o muy encerados, mantener libres y bien iluminados pasillos y escaleras, utilizar interruptores de luz fáciles de encontrar y conectar, mantener estufas o calefactores en las esquinas, guardar los medicamentos y alimentos en lugares seguros y accesibles, evitar cambiar los muebles y la disposición de las cosas de la casa.