A fojas cero volvió el proceso de licitación que buscaba comenzar el paulatino traspaso de los trabajadores de aseo contratados por la Corporación Municipal de Valparaíso (Cormuval) hacia una empresa externa, debido a que dos de los tres oferentes no cumplieron con las bases y el Concejo estimó insuficiente votar sin tener alternativas para elegir.
El proceso era de vital importancia para el municipio y el alcalde, Jorge Castro, ya que la Contraloría objetó la situación contractual de los trabajadores de aseo dependientes de la Cormuval, puesto que el giro de dicha Corporación es distinto y había dado plazo hasta abril de este año para resolver esa anomalía, lo que finalmente no ocurrió y fue una de las razones que esgrimieron los concejales que presentaron la acusación contra el alcalde Jorge Castro por notable abandono de deberes.
El presidente de la Comisión de Régimen Interno, concejal Marcelo Barraza, explicó que dos de las tres empresas oferentes presentaron dificultades por el incumplimiento de los requisitos expuestos en las bases de esta licitación, por lo que el Concejo estimó insuficiente contar con una sola oferta por la cual votar y propuso declarar sin efecto el proceso actual, para llamar a una nueva licitación en la que se subsanen estas deficiencias.
situación actual
Quienes laboran en los camiones recolectores de basura son 265 trabajadores, 100 de ellos ya están trabajando para una empresa externa, que inicialmente prestaría servicios a la Municipalidad por un periodo de seis meses, a la espera de una licitación definitiva.
No obstante, este contrato de provisión de mano de obra lleva casi un año y a raíz de lo acordado en el Concejo de ayer, se prorrogará por un mes más, aunque a la luz de lo discutido en la sesión, es altamente probable que se vuelva a prorrogar, puesto que los propios ediles estimaron que la nueva licitación no quedará definida antes de 30 días.
En tanto, los 165 trabajadores restantes que recolectan la basura domiciliaria lo hacen contratados por la Cormuval, por lo que la fallida licitación contemplaba incorporar a 60 de estos funcionarios, más los 100 que ya están contratados en forma externa.
Dicha licitación, además, contemplaba traspasar a la empresa externa a los 105 aseadores domiciliarios que aún quedarían bajo la situación cuestionada por la Contraloría, a medida que fueran siendo finiquitados por la Cormuval, un proceso que deberá ser paulatino, considerando los cientos de millones que deberán salir de las alicaídas arcas municipales para tal efecto.
Sin embargo, el total de trabajadores dependientes del Departamento de Aseo de la Cormuval son 430, ya que a los 165 aseadores domiciliarios hay que agregar otros 265 que trabajan en labores administrativas de distintas reparticiones municipales.
Así, entonces, la situación objetada por la Contraloría quedará definitivamente saneada una vez que los 165 aseadores domiciliarios estén totalmente externalizados y cuando los 265 administrativos también pasen a otro régimen contractual, para lo cual se llamará a una segunda licitación, o bien, serán incorporados paulatinamente a la planta municipal.
En la sesión, la concejala Marina Huerta solicitó 'saber las condiciones que las empresas ofrecerán a los trabajadores, porque a nivel país ya hemos visto los problemas que se han producido por las impresentables condiciones de trabajo y de sueldos que ofrecen estas empresas externas'.
Huerta hizo notar que 'esos contratos pasaron previamente por los Concejos Municipales, así que no quiero que eso se repita. No estoy pensando en la mala intención del que va a venir, sino en nuestra responsabilidad, porque estos trabajadores esperan ser absorbidos por estas empresas, así que exijo que se nos presente cuáles son las condiciones que se les va a pedir a los que se presenten a la licitación'.
El alcalde Castro propuso entonces que aquello sea vinculante en las nuevas bases.
'Se han presentado dificultades por incumplimiento en las bases de la licitación y eso lo restringe a un solo oferente'