Pese a llevar dos meses sin accidentes por animales, Tabolango comienza a inquietarse
limache. Mientras haya pasto en los cerros, vacunos y caballares no se acercarán a la carretera, pero luego todo será como siempre, aseguran.
pablo tomasello
Reconocen que la instalación de señalética caminera en el Camino Internacional alertando a los automovilistas de la presencia de animales mayores sueltos en la vía, es un adelanto, al igual que las esporádicas rondas de vigilancia. Sin embargo, los vecinos de la localidad rural de Tabolango en la comuna de Limache, comienzan a ponerse nerviosos ante la posibilidad de que con la llegada de la primavera-verano, regresen los accidentes de tránsito graves que se producen cada vez que un vacuno o caballar cruza la ruta en busca de su abastecimiento.
Arturo Godoy, presidente Junta de Vecinos de Tabolango, sostiene que la preocupación vecinal se sustenta en la ausencia de medidas de fondo y también de tipo paliativa, pero de mayor impacto, que una simple señalética. 'Afortunadamente llevamos cerca de dos meses que no hemos tenido accidentes graves. Esto es producto de la bonanza que la naturaleza nos ha entregado en invierno en los cerros, donde hay buenos pastizales y agua en algunas quebradas, por tanto los animales no necesitan cruzar la carreta para llegar al poblado de Tabolango y al río Aconcagua en busca de pasto y agua… Pero no es producto ni de gestión ni de cambio de mentalidad de los crianceros, ni nada de eso'.
El temor vecinal, según Godoy, es llegar a octubre, cuando el alimento y el agua comiencen a escasear en el cordón de cerros que colinda con Los Laureles y el Embalse Los Aromos, en Limache. 'Vamos a volver al mismo problema. Ojalá que la autoridad haga las tareas planteadas en las mesas técnicas y logremos una solución'.
A juicio del dirigente de Tabolango, el problema de fondo pasa por un cambio de la mentalidad de los ganaderos o crianceros, para que mantengan en espacios acotados y con adecuada alimentación a sus animales. Hoy la costumbre es dejarlos pastar libremente y sin la más mínima consideración de seguridad, lo que a juicio de este dirigente se traduce en negligencia. La otra medida de fondo, según Godoy, implica que los dueños de propiedades colindantes las cerquen, sobre todo en el límite con la carretera. Son cerca de 38 propietarios los que están en esta situación, gran parte de ellos con sus cierros en mal estado.
'Vamos a volver al mismo problema. Ojalá que la autoridad haga las tareas planteadas en las mesas técnicas y logremos una solución'