El fútbol femenino de Everton se independiza parcialmente de la S.A.
fútbol. Con la finalidad de que el equipo no desapareciera, los padres de las jugadoras se organizarán para obtener los recursos que les permitan seguir compitiendo en Primera.
Desde la creación del campeonato de Primera División del fútbol femenino en nuestro país, el equipo de Everton fue uno de sus principales protagonistas. De hecho, en el 2008 las viñamarinas se transformaron en las primeras campeonas al vencer en la final a la 'U'.
El impulso duró hasta el año siguiente, ya que nuevamente el conjunto oro y cielo se pudo alzar con el primer lugar, dejando en esta oportunidad en el segundo puesto a Coquimbo Unido.
En el 2010, Everton volvería a llegar a la final, pero sería superado por Colo Colo. Así, con la instauración de los torneos cortos desde el 2011 y el aumento significativo en la inversión de muchos clubes, se inició la hegemonía de las albas, quienes hasta ahora han ganado 8 campeonatos. En seis de ellos tuvieron a las auriazules como contendoras en la final.
Junto a eso, Everton ostenta dos presentaciones en la Copa Libertadores femenina. En la primera remató en el cuarto lugar (2009) y en la segunda fueron subcampeonas (2010), cayendo en la final ante el poderoso Santos de Brasil, que jugó como local debido a que las cinco versiones disputadas hasta hoy se han jugado en ese país.
Sin embargo, el escenario de gestión de la rama femenina se vio modificado con la creciente inyección de dinero que han realizado en los últimos años los equipos denominados 'grandes' de Santiago, por lo que en algún momento la sociedad anónima oro y cielo evaluó dejar de competir. Se prometió, eso sí, ubicar a todas las jugadoras en equipos importantes.
Esto no dejó conformes ni a las futbolistas ni a sus apoderados, quienes primero pensaron seguir en actividad bajo el alero de la Corporación Everton. Algo que no se podía ejecutar en la práctica, debido a que en la ANFP solo se reconoce como interlocutor válido a Everton S.A.D.
El inicio de la solución del problema llegó ayer, luego que el gerente de la sociedad anónima viñamarina, Carlos Oliver, se reuniera con el grupo de apoderados que lidera Claudio Rojas, padre de la volante sub 17, Sofía Rojas.
La intención es que ellos colaboren en la gestión de recursos a la espera de que puedan obtener su propia personalidad jurídica. Mientras, la S.A. oro y cielo seguirá representándolos en la ANFP.
'Estamos desarrollando un proyecto social y deportivo muy ambicioso, con un complejo y con series cadetes hasta los 8 años y eso requiere un esfuerzo extra de todos los estamentos del club, cuesta mucho seguir manteniendo el mismo modelo de equipo que había antes, por lo que solicitamos la colaboración de los mismos apoderados', indicó Oliver, aclarando que no solo se trata de dinero.
'Siempre se trabajó con un nivel de recursos muy bajo, pero los resultados que obtuvimos fueron importantes, lo que nos tiene orgullosos, pero tampoco nos interesa competir contra clubes que pagan sueldos similares a los del torneo de la B en los varones, ese nunca fue nuestro objetivo', apunta el ejecutivo, añadiendo que 'tenemos toda la voluntad de que esto continúe'.
Así, la tarea que tienen ahora los apoderados es encontrar una cancha donde jugar como local, conseguir jugadoras que completen el plantel y contratar un cuerpo técnico.
Claudio Rojas se mostró conforme con esta suerte de 'voto de confianza' que les entregó Everton y dijo que ahora el objetivo es que la empresa privada o las autoridades locales los ayuden a seguir financiando al equipo que debuta el próximo sábado 13 ante Colo Colo en el Monumental.
La cifra que se requiere no es desmesurada. 'Como base se necesita un millón de pesos para seguir en estos tres meses que dura el torneo de Clausura, así que hacemos un llamado para que la ciudad nos pueda colaborar', explicó Rojas, dando su correo electrónico por si alguien lo quiere contactar (c.rojasadaro@gmail.com).
'Nuestro proyecto tendrá continuidad en la medida en que podamos ser autónomos y contar con los recursos', completa el apoderado, mientras que Oliver sostiene que lo ideal es que en el futuro el equipo se transforme en una suerte de filial, con autonomía, pero manteniendo un vínculo con Everton.
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