Esposada, con movimientos descoordinados y con la mirada perdida entró ayer a la sala del Tribunal de Garantía de Viña del Mar, Paola Romano Cademartori (46 años), quien en una audiencia de más de una hora fue formalizada por el delito de parricidio, en calidad de autora, que le imputa la Fiscalía por la muerte de su hijo Franco, de 3 años, quien fue encontrado en la vivienda que habitaban en el barrio de Recreo, donde ella también intentó quitarse la vida.
Sentada junto a su abogada defensora, al comenzar la audiencia Romano llevó sus manos a la cara al escuchar los antecedentes que daba el fiscal, Pablo Avendaño, quien relató cómo la mañana del domingo el padre del menor, Patricio Häberle, llegó a la vivienda ubicada en la calle Manuel Rodríguez y encontró a su hijo de espalda en la cama, tapado con trapos en la cabeza y en estado cianótico. Häberle llevó al pequeño Franco a Carabineros del sector, quienes al ver que no reaccionaba lo trasladaron al hospital.
Aunque el Servicio Médico Legal (SML) aún no entrega su informe definitivo, el Ministerio Público expuso en la audiencia un documento preliminar del SML, donde determina que el niño 'contiene en su estómago un particulado pequeño de color blanquecino' que podría tratarse de algún fármaco. La declaración de una doctora del hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, quien recibe al menor, revela que 'llegó con un cuadro cardiorrespiratorio sin signos vitales, estaba pálido, con gran distorsión abdominal'.
Según un informe de la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones (PDI), se logró establecer que 'la data de muerte es 24 horas antes de la hora en que el personal de la BH examinó el cuerpo del menor, que fue el domingo a las 5 de la tarde', ratificó el fiscal Avendaño. Esto significa que el menor falleció 18 horas antes que su padre lo encontrara en la vivienda de Recreo.
Sin embargo, el Ministerio Público reconoció ayer que aún quedan diligencias pendientes sobre el procedimiento, para establecer con mayor claridad qué pasó en las horas previas a la muerte.
Patricio Häberle estaba separado de Paola Romano desde el 18 de agosto de 2013, existiendo entre ambos episodios de violencia. La Fiscalía sostuvo que Paola era celópata y llegó al extremo de drogar a su pareja, información que fue confirmada por testigos, entre ellos la nana de Paola, quien explicó al Ministerio Público que la mujer se preocupaba más de su relación que de su hijo, al que muchas veces dejó en abandono. Esta situación gatilló que el padre del menor solicitara la tuición del niño, que le fue otorgada por el Tribunal de Familia una semana antes de ocurrido el hecho.
Sin embargo, la defensa, representada por la abogada de la Defensoría Penal Pública, Marianella Pizarro, argumentó que Paola era víctima de violencia intrafamiliar, por lo cual hay denuncias en tribunales e incluso una orden de alejamiento en contra de Häberle.
La defensa dijo que esta situación provocó en la mujer una depresión que la llevó a tomar fármacos, entre ellos, clonazepan. Esta condición psicológica se agravó luego de lo ocurrido, por lo cual la defensa solicitó que fuera declarada inimputable. Sin embargo, esta tesis no fue acogida por la Fiscalía, que solicitó la prisión preventiva de Romano, medida aceptada por el tribunal, con el alcance de que la reclusión provisoria será en la Unidad Psiquiátrica de la Cárcel de Valparaíso, por los 140 días otorgados al Ministerio Público para su investigación y bajo tratamiento psiquiátrico.
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