Parece obvio decirlo, pero los importantes recursos comprometidos por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, para la reconstrucción y en general para la revitalización de Valparaíso, hay que invertirlos bien.

Por ello es lógico atender a las observaciones del alcalde de la ciudad, Jorge Castro, que habla desde la experiencia y desde la precariedad casi estructural que presenta la ciudad.

Es importante, además, considerar que el plan de reconstrucción de los sectores afectados por el gran siniestro de abril tiene una dilatada extensión en el tiempo, lo cual supone que no habrá apresuramientos ante demandas muchas veces justas, que atendidas bajo presión, finalmente terminan limitando los efectos reactivadores que se busca lograr con tan cuantiosa cantidad de recursos públicos.

El jefe comunal ha señalado un hecho fundamental, asociado tanto al siniestro como al decaimiento de muchas actividades locales: el despoblamiento. El incendio y ciertos mecanismos asistenciales como los subsidios pueden alentar ese despoblamiento, que se traduce en familias que buscan como puntos de residencia otras comunas.

Ese mismo éxodo, 335 familias de acuerdo a las declaraciones del jefe comunal, limita los aportes públicos a la ciudad en aspectos como educación y salud, pues los requerimientos serían menores. Ese despoblamiento, a la vez, inhibe inversiones del sector privado.

Por otro lado, postula el alcalde una institucionalidad local 'visible' para dar cuenta de los avances de la reconstrucción, lo que es de toda lógica, pues así se busca evitar errores cometidos, según Castro, en el antiguo Plan de Recuperación Urbana de Valparaíso.

En este aspecto es fundamental basar el trabajo de recuperación en el talento local, que existe, que se traduce, por ejemplo, en una importante masa crítica académica que debe estar presente en el plan anunciado por la Presidenta. Es ese un capital humano que no se puede despreciar, que se debe acoger con un efectivo sentido descentralizador, tema de actualidad que del discurso debe pasar a los hechos.

Por otro lado, pide el jefe comunal una generalización de los subsidios que se aplican para la reconstrucción, de modo que esos aportes públicos contribuyan a un mejoramiento amplio de la calidad de vida y habitación de toda la población porteña, más allá de los damnificados.

En general, en la reconstrucción anunciada es fundamental la participación ciudadana, más allá de marco político, participación seria, a partir de la experiencia, el profesionalismo y la pertenencia local a la ciudad, respetando y fortaleciendo sus valores patrimoniales y culturales.