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Jugadores de Goalball con discapacidad visual disputan clasificatorias para torneo

viña del mar. Disciplina paralímpica cuenta con reglas especiales para ciegos.

turismo. Reservas para esa fecha alcanzan 50% de ocupación hotelera.

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En Viña del Mar se efectuó un torneo deportivo poco tradicional. Decenas de jugadores en situación de discapacidad visual se reunieron para disputar un campeonato de la Liga Nacional de Goalball.

Esta disciplina paralímpica se juega con tres personas por lado y el sentido de la audición y el tacto cobran relevancia, ya que se utiliza recursos como delimitaciones especiales en relieve en la cancha y una pelota con cascabeles en su interior para indicar hacia dónde ésta se desplaza.

'Hace tres años atrás no había nada y un grupo de ciegos, a los que nos gusta el deporte, decidimos organizar esta liga para que fuera hecha por y para ciegos. No dejamos fuera a los voluntarios videntes, pero esto es principalmente para ciegos', dijo José Luis Donoso, Presidente del Club Deportivo Antonio Vicente Mosquete de Viña del Mar.

Este encuentro, en el que participaron seis equipos de la Zona Centro Sur, correspondió a la segunda fecha del tercer campeonato nacional. Los clasificados disputarán en Coquimbo la final, a fines de octubre. 'El próximo año habrá un Campeonato Nacional en la Región de Valparaíso, así es que desde ya invitamos a las personas ciegas, a sus parientes, a las instituciones a colaborar con esto', destacó el seremi de Desarrollo Social, Abel Gallardo.

Un llamado a los turistas nacionales a preferir la Región de Valparaíso como destino para las próximas celebraciones de Fiestas Patrias formuló el presidente de Turismo CRCP, Gustavo González Doorman, quien precisó que el porcentaje de ocupación hotelera bordea hasta ahora el 50% en la zona.

60% de prestadores de salud de la región están acreditados

proceso. Prácticas más seguras con los pacientes y disminución de riesgos de errores son parte de las exigencias a los hospitales y clínicas.

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Durante el primer encuentro regional de calidad, realizado en dependencias del Gobierno Regional, el intendente de prestadores de la Superintendencia de Salud, doctor Enrique Ayarza, informó que el 60 % de los prestadores de salud de la zona se encuentran acreditados, en el marco del proceso de mejora de los estándares de calidad en la atención y servicio.

Tanto las clínicas privadas como hospitales públicos detallaron las prácticas implementadas para avanzar de mejor forma en este proceso, mejorando en materia de calidad, disminución de errores en la práctica clínica y alcanzar los niveles exigidos.

La Región de Valparaíso cuenta con 11 centros acreditados, una de las que exhibe mejores registros en esta materia, entre los que destacan las clínicas Ciudad del Mar y hospital Clínico Viña del Mar, además de los hospitales Gustavo Fricke y San Juan de Dios.

'Si bien todavía faltan algunos, cada vez están avanzando más en cumplir con las características que son evaluadas para acreditar, lo que implica que los equipos de salud que trabajan en la atención de pacientes están implementando prácticas más seguras, disminuyendo los riesgos de que se cometan errores', resaltó el doctor Ayarza.

Dentro de estas prácticas resalta el consentimiento informado, por medio del cual al paciente se le explica en detalle en qué consiste y los riesgos que tiene la intervención a la que será sometido. En los establecimientos debe existir un registro clínico adecuado, con toda la información del paciente disponible cuando es atendido por un equipo de salud o médico, evitando riesgos al momento de adoptar las decisiones clínicas.

El facultativo acotó que si bien la acreditación 'no es un certificado de infalibilidad', certifica que en dicho establecimiento se está trabajando en mejorar las prácticas y disminuir los riesgos en la atención.

Cecilia Farías, agente zonal de la Superintendencia de Salud, acotó que en Valparaíso se registraron las primeras acreditaciones de un hospital público y una clínica privada en regiones, dando cuenta del interés de los prestadores por incorporarse al proceso, que está centrado en la seguridad del paciente.