Una de las principales preocupaciones de la comunidad está enfocada en la necesidad de contar con una respuesta a sus necesidades de salud por parte del sector público, esto es con hospitales, servicios de atención primaria y sobre todo, que se disponga del número de profesionales suficientes para las demandas de la población. Nuestro país está aún al debe en estos requerimientos, puesto que estos aumentan con mayor rapidez por el crecimiento de la población, en relación con los medios de que dispone el sector.
Debido a estas carencias casi estructurales en la atención de los servicios hospitalarios públicos, los anuncios de las autoridades regionales del área, respecto de la construcción de nuevos hospitales y la reconstrucción del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, con un fuerte aumento de camas hospitalarias y lo más relevante, planes para la formación de especialistas, que son una de las carencias más dramáticas de nuestros servicios públicos de salud.
En la construcción del nuevo Hospital Gustavo Fricke, donde se está trabajando desde la anterior administración, se contempla una capacidad de 116 camas críticas, 438 camas de hospitalización, 21 pabellones quirúrgicos, 3 pabellones de hemodinamia y 7 salas de parto integral. Entretanto, el Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota dispone de 450 millones de dólares para los nuevos hospitales Biprovincial Quillota-Petorca y el Provincial de Marga Marga, que incluirán en su cartera de prestaciones, 15 puestos de Diálisis y Unidades de Cuidados Intermedios e Intensivos Adultos, Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatológico, Medicina Ambulatoria, Emergencia Diferenciada y numerosos otros servicios. La región contará además con la construcción del nuevo hospital Claudio Vicuña de San Antonio, aparte de 18 millones de dólares que se destinarán para el nuevo Hospital San José de Casablanca.
Los proyectos de nuevos establecimientos hospitalarios abrigarán esperanzas de mejores tiempos para la oportuna, ágil y eficiente prestación de los servicios de salud a sus usuarios, y por ello abogamos porque los plazos de construcción y habilitación se cumplan, y no sufran postergaciones, como ha ocurrido frecuentemente.
Buenas noticias, sin duda, y que la región espera que se concreten. Sin embargo, queda la duda sobre qué se hará en el hospital van Buren de Valparaíso, que no aparece en el listado preferente de inversión del Ministerio.