La cantidad acordada por el ministerio respectivo para reparaciones de muebles en la sala de despacho de la Intendencia, no fue solicitada por el Sr. Intendente, sino para los muebles de las habitaciones de la Intendencia y reparada la equivocación, siempre quedarán las oficinas tan indecentes como hoy se encuentran.
La fuerte oposición de los alcaldes y organizaciones de 13 comunas de la región al trazado de una línea de alta tensión que con sus correspondientes torres cruzaría los territorios de esas localidades, ha encontrado eco en el ministro de Energía, Máximo Pacheco.
Es así como el secretario de Estado está dispuesto a recibir a los representantes de las comunas afectadas, de sus municipalidades, parlamentarios y grupos sociales.
Actualmente el trazado de esa línea, de 753 kilómetros de extensión, se encuentra en la etapa de evaluación ambiental y deberá responder a observaciones formuladas por la comunidad. Sin embargo, los opositores solicitan el retiro total del proyecto, es decir, a la propuesta en su forma actual.
El problema, si bien tiene alcances ambientales, se relaciona directamente con el tema estructural de la creciente demanda de abastecimiento de energía eléctrica para necesidades domiciliarias y productivas y, además, de su costo.
La transmisión desde las plantas productivas hasta los puntos de consumo con redes de alta tensión es inevitable y en Chile no es una novedad. La electrificación del país se inicia a principios del siglo pasado y adquiere gran expansión con plantas hidroeléctricas a partir de los años 40, con iniciativas desarrolladas por Endesa, empresa entonces estatal.
Todo ello, sin embargo, ha resultado insuficiente y son necesarias nuevas plantas generadoras, tema también sensible, y líneas de transmisión. Sobre ambos aspectos pesan las inquietudes ambientales, algunas plenamente justificadas y otras, al menos, discutibles.
En el caso concreto de las redes de transmisión hay que reconocer que estas son inevitables. Si se genera en un punto A hay que llevar esa energía a un punto B de consumo.
¿Cómo deben ser esas redes? ¿Es posible conducir alta tensión en forma soterrada, sin impactar el medio ambiente y a costos razonables que no afecten a los consumidores? ¿Será necesario abordar la reubicación de las generadoras para evitar largos tramos de transmisión? ¿Cuál es la experiencia internacional al respecto?
Considerando esas interrogantes, que van más allá de lo puntual, resultará oportuno el intercambio de ideas entre los opositores al trazado cuestionado y la autoridad nacional en materia de energía, el ministro Pacheco, que debe abordar la materia desde un punto de vista de las necesidades de todo el país, incluyendo por cierto las de aquellos puntos afectados por el trazado proyectado.