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Herencia wanderina en el exilio

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Pese a que durante sus años de exilio Ernesto Ottone trató de bloquear su sentimiento hacia Wanderers, su hijo homónimo es tan fanático como él. Y eso que conoció Chile recién a los 18 años. 'En el exilio nos movíamos de un lugar a otro, pero la leyenda existía, por eso mi hijo es wanderino, él bebía de esa leche. Y cuando volvimos a él le encantó Valparaíso, que no lo conocía sino por mis historias, y claro que le gustó el Wanderers', confiesa el cientista político, quien homenajea a su esposa por el acercamiento paulatino que ha tenido al equipo, pese a ser santiaguina.

El divertido antagonismo entre Ottone y Rovaretti que originó Santiago Wanderers

fútbol. La periodista y el cientista político protagonizan un chispeante diálogo los lunes en radio Cooperativa.

monica charpentier

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En el estudio de la radio figuran sentados, en la misma mesa, un economista que es director ejecutivo del centro de estudios Libertad y Desarrollo; un abogado constitucionalista, académico de la Universidad Católica; y un doctor en Ciencias Políticas que fue el principal asesor estratégico del expresidente Ricardo Lagos.

Pese al calibre intelectual del panel que todos los lunes se da cita en Cooperativa para el programa 'El primer café', Cecilia Rovaretti, su condutora, abre la transmisión cantando el estribillo de la cumbia 'La Luna y Tú', del grupo Ráfaga.

'Luna, Luna, Luna', entona la periodista, generando la carcajada de uno de sus invitados, quizás el más fiel, porque partió hace cuatro años asistiendo a la radio religiosamente el primer día de la semana para conversar de política y actualidad.

El que ríe es Ernesto Ottone, quien sabe que la canción va dedicada a él, porque el fin de semana Santiago Wanderers venció a la Universidad de Concepción con dos goles del argentino Jorge Luna.

El episodio ocurrió el lunes pasado y no es excepcional, pues forma parte de una especie de tradición instaurada de forma cómplice entre el académico oriundo de Valparaíso y la conductora de 'Una nueva mañana' de Cooperativa.

'Es muy divertido el diálogo que se produce con Cecilia Rovaretti, y se gesta de forma natural', asegura Ottone, quien acusa a la periodista de hacerle un 'bullying cariñoso' por su fanatismo caturro.

El profesor del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, quien comparte el panel con Luis Larraín y Patricio Zapata, plantea que 'la mirada que tiene Cecilia es de un Wanderers al que le suele ir mal, es una mirada realista, pero corta, yo soy wanderino desde siempre y sé que hemos tenido periodos buenos y malos. Durante mi infancia me tocó un periodo muy bueno, en que el equipo estaba siempre entre los primeros en los 50 y 60 anduvimos muy bien'.

Su 'antagonista' explica que la dinámica que se produce en el programa trata de replicar lo que pasa en la mesa de un café el lunes por la mañana, por eso el fútbol inaugura la conversación.

'Todos tienen un equipo y hablamos sobre cómo le fue a uno y otro, pero además el Wanderers a mí me produce como la ternura que te dan los equipos chicos, y que siempre, pobrecito, que están ahí. ¡Tanto amor que tienen por el Wanderers!', dice con humor Rovaretti.

El exasesor de Lagos Escobar se toma con seriedad su papel de defensor del Decano, asegurando que 'Cecilia se muestra muy sorprendida cuando nos va bien, yo defiendo al Wanderers como institución, porque es un grande, es un equipo-ciudad, representa a Valparaíso y son muy pocos los clubes que tienen esa característica de hacer vibrar y sufrir a toda una ciudad'.

Ottone se entusiasma y comienza a describir el ambiente que se produce en el Puerto cuando a su equipo comienza a irle bien en el campeonato: dice que aparecen las banderas en los cerros, Playa Ancha se llena los domingos y la gente en las calles se ve más alegre.

La conductora de 'El primer café' no se amilana y asegura que por haber nacido en Argentina el fútbol no le resulta ajeno: 'yo puedo entender lo que se siente por un equipo. ¿Es tierno el Wanderers, o no?'.

Y recuerda que 'cuando jugó Wanderers con la Universidad Católica en San Carlos de Apoquindo, Luis Larraín, que es presidente de la UC, le regaló entradas a Ottone, ¡y va Wanderers y le gana en su casa! Dime si no es espectacular. El lunes después de eso, yo me hice la tonta, entré muy apurada y pasé directo al estudio, para no decirles nada, los apuré para que se pusieran los fonos y puse el gol del triunfo wanderino al aire. Casi llora Ottone'.

El cientista político contraataca y recuerda que la periodista es hincha de los cruzados: 'creo que cuando les ganamos no le gustó mucho Jorge Luna'. Y en el argentino se detiene, reflexionando que 'ojalá podamos mantener un tiempo a ese gran jugador, hay que hacer un esfuerzo ahí, porque hace tiempo que no llegaba un futbolista de esas características a Valparaíso'.

Cecilia Rovaretti recuerda otro lunes, cuando Wanderers había alcanzado la punta del campeonato. 'Yo llegué y le puse la canción de Kevin Johansen 'Soñar no cuesta nada'...el liderato les duró sólo un fin de semana, por supuesto', dice y lanza una carcajada.

'La gente también se ríe, porque hace poco no sé qué pasó con Wanderers y ya estaban diciéndome por twitter que cómo iba a agarrar para el leseo a Ottone. Empiezan a esperar la reacción de Ottone por algo que le pase a Wanderers, es un clásico', relata la conductora de 'El primer café', quien también define a los otros panelistas del lunes como apasionados del fútbol.

'Sobre la Católica bromeaba mucho con Larraín, pero después tomó otro tinte, lo insultaron, así que ya no era para la chacota. Y ahora me da noticia porque es con quienes primero habla después del partido del domingo. Y está Zapata, con su Unión Española, que es lo más fanático que hay, va al Santa Laura, a veces llega ronco de tanto gritar', repasa la periodista.

Respecto a su pasión por el equipo verde, Ottone revela que comenzó a asistir a Playa Ancha cuando tenía cuatro años, de la mano de su padre, quien pese a ser italiano se declaraba fanático caturro.

'Mi padre era gerente de una empresa junto a Arsenio Fernández, un histórico presidente del club que compró la sede de calle Lira, y en esa empresa trabajaban jugadores como el 'Peta' Fernández y Francisco Julio, como parte de su salario, porque el profesionalismo era muy modesto. Para mí el Wanderers era parte de mi vida, nací wanderino, mi padre me hizo socio a los ocho meses, es una cosa muy profunda, tengo recuerdos de muy chico en el estadio, el olor de los cigarrillos, las sensaciones, el pasto, para mí es algo muy fuerte', dice con nostalgia.

Ese sentimiento intenso, sin embargo, fue bloqueado por el académico porteño durante su exilio en tiempos de dictadura. 'Lo viví muy mal, no quise saber nada, no tenía capacidad de tener una dimensión lúdica, mi tema era tratar de volver a Chile lo antes posible, que esta pesadilla se terminara y normalizar las cosas, dentro de esa normalización estaba el Wanderers. Dejé todo en suspenso, de esos años no sé nada, los años malos me los perdí, qué buena coincidencia, al menos sirvió para algo', reflexiona con un poco de humor negro.