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Tradicional "Casa Ilse" bajará sus cortinas por última vez el 30 de octubre

Valparaíso. La típica tienda porteña, ubicada en la calle Esmeralda, cerrará para siempre sus dependencias, dando fin a 66 años de arduo trabajo y dedicación a la clientela.

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Entrar a la tradicional "Casa Ilse", ubicada en el corazón comercial de Valparaíso, es retroceder en el tiempo. Sus antiguos percheros y avisos publicitarios sacados de otra época se mimetizan con una típica clientela que se niega a ser partícipe del avance comercial que ha vivido la ciudad en los últimos años con la instalación de grandes centros comerciales.

En su entrada, Rebecca Michaely, quien hace 64 años es la dueña y propietaria de la tradicional tienda, recibe a todo tipo de clientes, haciéndolos sentir como en su propio hogar, factor que ha sido fundamental en la larga trayectoria que ha logrado consolidar el local comercial, que el próximo 30 de octubre bajará sus cortinas por última vez, dando fin a la última tienda patrimonial del puerto.

una clientela triste

Una de las principales aristas que ha logrado mantener el gran auge comercial de la tienda es el diseño y la calidad de sus prendas, la cual según su dueña "no se encuentra en ningún otro lugar, porque ahora todo es al por mayor y nosotros trabajamos con telas muy buenas y tenemos un taller de modistos manteniendo nuestras tradiciones, algo que la clientela siempre valoró mucho".

los trabajadores

"Todos estamos muy tristes, fueron cuarenta y seis años trabajando en 'Casa Ilse' y será un cambio de vida rotundo para mí y para todos, porque el trabajador que lleva menos tiempo con nosotros está acá hace 17 años, entonces somos como una verdadera familia", expresó Gloria Marín, encargada de la tienda, quien enfatizó en el triste escenario que actualmente se da en los comercios de la ciudad, atiborrado de tiendas que según ella no tienen el trato con la clientela de épocas pasadas.

sacrificios personales

"Mi madre debió hacer muchos sacrificios, perderse muchos momento familiares, este es un trabajo que demanda una gran preocupación, imagínate que en tiempos pasados ella organizaba un desfile de moda en la tienda para los clientes, cosas que nunca se habían visto en Valparaíso", expuso Vivian Klinger, quien ha acompañado a su madre durante treinta seis años en esta aventura comercial.

Sagradamente, de lunes a sábado, la tienda abrió sus puertas a la clientela porteña, la cual abarrotaba sus dependencias en las vísperas de las grandes festividades, como Navidad o Año Nuevo, un trabajo no menor que significó que Rebecca Michaely perdiera tiempo valioso con sus hijos.

"Uno deja de estar con los hijos, se pierde fechas importantes, tienes que estar todos los días en la tienda, por un lado esa fue la clave del éxito, pero el sacrificio personal es mucho y ya fue demasiado", finalizó la dueña del local, el cual ahora tendrá un futuro incierto, pues según su Michaely, aún no se ha decidido que harán con el local, si será arrendado a otro empresario, o si quizás se venderá para que otros comerciantes, en cierta medida, continúen con el legado de "Casa Ilse".

Actualmente la tienda vive un proceso de liquidación, en donde sus más preciadas prendas tienen grandes descuentos, todo con el objetivo de poder vender la mayor cantidad de ropa, calzado y accesorios antes del inminente cierre a fines de mes.

"Han sido 64 años de trabajo, pero ya es hora de descansar y quiero dedicarme a disfrutar mi familia"

"Nosotros hemos vestido a todas las generaciones, acá llega una señora con su hijo pequeño y ves todo su crecimiento"

"La clientela me pregunta ¿qué vamos a hacer ahora?, ¿dónde vamos a comprar?, ha sido triste, pero todo tiene su fin"

Paolo Navia S.