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Eduardo Mena: el pintor que detiene el tiempo de Valparaíso en sus obras

arte. El artista acaba de terminar dos murales que serán expuestos en un nuevo restaurante en Santiago dedicado al Puerto.

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Transmitir esa extraña atmósfera de soledad y dolor que se funde con una ternura extrema que reflejan los que habitan el Barrio Puerto de Valparaíso es lo que inspira a Eduardo Mena a la hora de crear.

Y fue justamente lo que lo motivó cuando el empresario Andrés Turski le pidió que hiciera un mural para el nuevo restaurante que abrirá en enero, llamado "Puerto Bellavista", y que se ubicará en el Patio Bellavista de Providencia. El lugar estará totalmente inspirado en la Ciudad Puerto, al igual que su ya conocida marisquería "La Perla del Pacífico", ubicada en el Parque Arauco.

"Me gusta la idea de que se vaya a Santiago, pero no pensé en la gente que lo va a ver, no podría poner a las personas bien vestiditos. ¡No! Tenía total libertad para hacer lo que yo quería porque Andrés es un santiaguino enamorado de Valparaíso, como yo", precisa Eduardo Mena sobre el mural de 8 metros de ancho, que tardó casi un año en pintar y que expuso durante este fin de semana en su taller, cercano a la plaza Echaurren, para todos aquellos "interesados o curiosos" que quisieran verlo antes de que partiera a la capital.

"pintor de la noche"

"La idea era darle una continuación al mural más grande, pero con otra luz, que hubiera un contraste", señaló el artista que tiene en la sede regional de la Contraloría General de la República, ubicada en la calle Edwards, una de sus obras más grandes e importantes.

"A mí me conocen como 'El pintor de la noche porteña', pero ya estoy cansado y me estaba quedando ciego; pinté mucho, salía con linternas hace muchos años y me instalaba en la calle, pero era muy difícil y la noche también es media jodida. Es que no hay mucho pintor que pinte la noche, siendo que Valparaíso es tan bonito en la noche. De repente me baja eso sí, aunque ya logré controlar la noche", revela este autodenominado "hijo adoptivo" de la ciudad, que reconoce que desde que llegó de México en el año 2000, eligió Valparaíso porque conserva las características de un pueblo en medio de la ciudad.

"Yo nací en Santiago, pero esta es mi ciudad adoptiva y agradezco que exista, sino no hubiera podido vivir en Chile. Es que es una ciudad con carácter y todo Chile tiene que cuidar Valparaíso, porque es una ciudad como pueblo: acá se encuentra la gente y tiene ese encanto de sus paisajes, la humanidad, la pobreza, todo", señala Eduardo Mena al explicar que es eso lo que refleja en cada una de sus obras.

"Acá, en este barrio, en torno a la plaza Echaurren, la gente vive con dolor y logra superarlo. Eso te hace grande y ves cómo ellos son muy bonitas personas, llenas de amor", concluyó el autodidacta que buscó detener el tiempo en nueve lienzos.

Eduardo Mena nació en Santiago y estudió arquitectura en la Universidad Católica de Valparaíso, ciudad que lo ha cobijado los últimos 15 años. Ha hecho más de 500 pinturas y montado más de 10 muestras individuales, principalmente en Chile y México, país donde vivió gran parte de su vida. Este pintor ha ido recorriendo el mundo retratando paisajes, pero como dice él, "pintando por dentro y por fuera siempre al ser humano; su soledad, su desamparo y su ternura". La mayoría de sus obras están dedicadas a transmitir la atmósfera porteña y se ha caracterizado por retratar al Valparaíso nocturno.

"Este es un resumen de Valparaíso, la idea era detener el tiempo, poder transmitir su atmósfera, pero la más cálida, como la de los años '60"

Verónica Marín R.