Particulares subvencionados temen cierre de 90% de colegios
Valparaíso. Sostenedores regionales apuntan que el fin al lucro que plantea la reforma educacional, no sería compatible con esta clase de establecimientos.
Una dura ofensiva en contra de la reforma educacional han trazado en los últimos días los sostenedores de los colegios particulares subvencionados y escuelas de lenguaje de la Quinta Región. Su motivación es la propuesta de fin al lucro para este tipo de establecimientos - incorporada en el proyecto de Ley del Gobierno -, haciéndolos traspasar sus proyectos educativos a corporaciones sin fines de lucro, muy similares a las municipales.
críticas al gobierno
"El fin al copago y a la selección es la parte de la reforma que el Gobierno nos entregó para poder discutir, pero el tema del fin al lucro es el que acabaría con nuestros colegios", precisó Valdivieso, quien explicó que los establecimientos particulares son creados con fines de lucro y obedecen a un emprendimiento privado.
Con la implementación de la reforma educacional, dos son los escenarios que vivirían los establecimientos educacionales particulares. En primer lugar, los colegios más pequeños y con menos cantidad de matrículas, y que son arrendados a terceras personas, al ser traspasados a corporaciones sin lucro, su proyecto educacional no será sustentable, y deberá dejar de funcionar para siempre. En el caso de los colegios más grandes, y que no se pueden desterrar, para permanecer en el sistema se verán obligados a transformarse en particulares pagados, lo que afectaría directamente a la economía de las familias.
un futuro incierto
Criticas que los sostenedores, a través de Conacep, hicieron llegar a algunos diputados y senadores, pero sin tener eco en sus demandas.
"En el caso del colegio Nuevo Milenio, si bien yo recibo aportes del estado, también tengo aproximadamente doscientos niños totalmente becados y que no pagan nada, y al pasar a una fundación sin fines de lucro, estos niños van a quedar automáticamente sin educación", dijo Collao.
Lo mismo ocurre en el colegio Saint Thomas de Valparaíso, cuya sostenedora Mei-ling Moth, expresó que en una primera instancia buscaron quedarse al margen de estas críticas a la reforma, pero que fueron los propios apoderados quienes los motivaron a alzar la voz.
drama de sostenedores
"Nuestra infraestructura no tiene nada que ver con los colegios municipales, pero para eso tuvimos que endeudarnos con créditos, pues se nos aseguró cincuenta años de permanencia en el sistema", expresó Rubén Collao sostenedor del colegio Nuevo Milenio, quien recién acumula catorce años al mando del colegio.
Situación que también vive Mei-ling Moth, quien si bien intentó pedir créditos a nombre del colegio, los bancos le respondieron que no se arriesgaban en estos casos, pues era mal visto liquidar o rematar un establecimiento educacional.
"Para hacer las mejoras al colegio Saint Thomas tuve que encalillarme con mis bienes propios y ahora vienen con esta reforma y nos cambian las reglas del juego", finalizó.
Fin al copago: los sostenedores critican que se eliminará sin alcanzar la media por alumno para una educación de calidad.
Fin a la selección: si bien los sostenedores afirman que no debe existir la selección, hacen un alcance en los niños con problemas disciplinarios.
Fin al lucro: según los sostenedores, un traspaso a fundaciones sin lucro no permitiria que los establecimientos sigan funcionando.
La falta de cobertura educacional fue una de las principales razones por la cual los empresarios privados comenzaron a invertir en los colegios particulares subvencionados. Avalados por una promesa de vigencia de cincuenta años en el sistema, una gran cantidad de recintos se comenzaron a edificar a lo largo y ancho del país, compromisos que, según Rubén Collao, sostenedor del colegio Nuevo Milenio de Villa Alemana, no se están respetando. "Hoy en día pasamos de ser el gremio que solucionó el problema de la educación en Chile, a tratarnos casi como narcotraficantes que se roban la plata", precisó.
Paolo Navia S.