"Tengo estudios medios completos sí, pero hice mi universidad buscando información", asegura el escritor e investigador Hernán Ortega Parada. Su primer acercamiento con las letras fue a través "El Peneca": "Hice la tradición de mi familia, es decir, aprendí a leer en 'El Peneca' y después se lo leí a mi abuelo"; y añade que "ahí uno despierta la fantasía, la imaginación más que nada y empieza a leer. Desde ese momento en adelante parece que no me he detenido, sino que he seguido leyendo cuanto libro cae en mis manos, pero ya después de forma más sistemática y orientada a los intereses personales".

A través de los libros y los talleres que tomó con Benjamín Subercaseaux, Enrique Lafourcade, Miguel Arteche, Braulio Arenas, Eduardo Molina Ventura, y Martín Cerda se fue haciendo un nombre en el mundo de las letras, incluso fue uno de los fundadores del grupo literario Huelén junto a Cerda.

La continuación

"Forman parte de un trabajo de investigación", la cual "se inició con mi preocupación por investigar cómo se ha formado, en primer lugar, un escritor ya maduro, de prestigio, y cuáles fueron las fuentes con las que se alimentó, cuál fue su educación, su medio, incluso su época social", asegura.

"Estos libros no se hacen fácilmente, porque aparte de lo que ellos confiesan según el cuestionario, investigo el entorno, entrevisto a personas que han convivido con ellos, que han sido muy íntimos tanto en lo literario como en lo familia", explica.

-¿Cuál es la diferencia entre esta versión de la obra sobre Tellier y la de hace 10 años?

-Fue un libro cuya edición no me satisfizo. Me confié mucho y no fue corregida; en cambio ahora se hizo un trabajo exhaustivo de revisión. Además, he investigado un poquito más.

-¿Por qué?

-Porque he sentido que también cambia la visión del escritor, sobre todo habiendo transcurrido tantos años desde que él falleció. Del '96 a la fecha hay otra visión de su obra, tal vez más madura, se le estudia más en las universidades. Entonces ya no hay solamente emoción de conocerlo y leerlo, sino que hay otra visión y eso es lo que buscaba: complementar como se ve ahora.

Sobre el trabajo realizado con este libro, y los otros que son parte de la misma serie, Ortega Parada asegura que se siente "satisfecho". "Creo que la satisfacción de mi trabajo es que a la larga, pasados los años, quien investigue a Enrique Gómez-Correa; Ludwig Zeller -tan desconocido en Chile y tan grande en el exterior-; Jorge Teiller y Raúl Zurita van a tener que recurrir obligadamente a estos libros. Esa sería mi satisfacción, como un aporte a la sociedad".

El futuro

Hay otra razón que lo tiene satisfecho. Hace dos años, y tras una serie de circunstancias felices, lanzó "Ensayos mínimos. Psicología y literatura" -que cuenta con el prólogo del siquiatra Carlos de los Ríos-, bajo el sello Ediciones Universitarias de Valparaíso.

Fue su primer acercamiento con el sello dependiente de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y "de ahí me han invitado. Nunca en mi vida una editorial grande me había invitado a trabajar con ellos", asegura. Es así como junto a los dos libros que saldrán a la venta próximamente, ya se encuentra trabajando en uno que estará listo el próximo año: "La tentación de recordar", en el cual hará un repaso por los escritores que conoció, y que está pensando en publicarse en dos tomos.

También tiene pendiente "La última cena de Joyce", un libro que contiene los textos "Cuentos negros y una gris historia de amor", con el cual ganó el concurso nacional Pedro Oña de la Municipalidad de Ñuñoa en 1986. Este texto contendrá además una carta prólogo del reconocido crítico Alone, quien le dedicó una sentidas palabras al autor.

"(La serie) se inició con mi preocupación por investigar cómo se ha formado, en primer lugar, un escritor madura, de prestigio, y cuáles fueron las fuentes con que se alimentó"