La inquietud ante los crecientes problemas ambientales que afectan a la bahía de Quintero plantea en estos días la posibilidad de realizar una consulta ciudadana, un plebiscito comunal, para conocer la opinión de la comunidad local ante nuevos desarrollos industriales.
Este tipo de consultas se contemplan en la Ley Orgánica de Municipalidades y es un mecanismo de democracia directa que permite a la autoridad conocer la opinión de la ciudadanía sobre temas específicos.
Resonancia nacional han alcanzado recientemente consultas realizadas en las comunas de Santiago y Providencia sobre variados temas urbanos. Los resultados de esas votaciones tienen carácter vinculante para la autoridad siempre y cuando participe más del 50 % de los ciudadanos inscritos en la comuna.
En Quintero, al igual que en la vecina Puchuncaví, se viven los efectos negativos de un derrame de petróleo, que se suma a otros episodios que son el resultado no deseado a la actividad productiva del área, donde operan empresas estatales y privadas.
En el caso de Quintero, con el antecedente de los hechos recientes en el sector, existe inquietud ante la autorización de uso de 500 hectáreas de terreno para fines industriales, de acuerdo al nuevo ordenamiento urbano. En manifestaciones públicas los vecinos rechazan esa expansión industrial temiendo mayor contaminación. Por ello están impulsando una consulta, exigiendo, en dichos de una dirigente del movimiento "Salvemos Quintero", una "postura clara del alcalde". El jefe comunal, en tanto, afirma que esta consulta se haría en diciembre, señalando que el Concejo Municipal tratará el tema, a la vez que se pedirá un informe jurídico.
La inquietud vecinal es lógica, conocidos los proyectos de nuevas plantas generadoras, ampliación de muelles y aumento de la producción de Codelco Ventanas.
Hay que recordar que en algún momento muchas comunidades locales pedían la radicación de centros productivos. Conocida es, por ejemplo, la campaña regional desarrollada durante el Gobierno de Gabriel González Videla para lograr la instalación en Concón de la actual refinería de petróleo.
Sin duda es necesario el crecimiento productivo, pero con ese pretexto no se puede hipotecar el futuro ambiental de toda una zona y de sus habitantes. Por ello, ese crecimiento debe considerar la opinión, la realidad y las inquietudes de cada comunidad y en esa dirección se encamina la propuesta de la consulta comunal que debe realizarse con formalidades que aseguren una efectiva representatividad.