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Castellanos Moya: "No estoy muy seguro que siempre quisiera ser escritor"

Literatura. El autor estuvo esta semana en el país para recibir el Premio Iberoamericano Manuel Rojas.

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Aunque nació en Honduras el 21 de noviembre de 1957, el periodista y escritor Horacio Castellanos Moya reconoce que nada lo une a ese país: "Nací ahí porque se dieron las cosas así. Mi familia materna procedía de ahí, pero ya no sé si quedará gente o qué". Sucedió que cuando tenía cuatro años la violencia política en el país aumentaba en el país, por lo que su familia decidió trasladarse hasta El Salvador, de donde era el padre.

Allí estuvo hasta que en 1979, pues debido a la convulsión social que vivía el país se fue a Canadá; a lo que le siguió una estadía en Costa Rica y luego en México, donde sobrevivió como periodista, y el lugar donde nació su primera novela "La diáspora, que ganó el Premio Nacional de Novela 1988 de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.

Por las venas

Esta distinción reconoce anualmente a un autor o autora con una destacada trayectoria en el mundo de la narrativa iberoamericana y fue creado el año 2012 por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura: y anteriormente habían recibido Rubem Fonseca (2012) y Ricardo Piglia (2013).

- ¿Qué significa para usted haber ganado este galardón?

- Un reconocimiento de mi obra y un estímulo. Significa un honor también porque es un premio ganado por escritores muy importantes a quienes admiro. Y también es un reconocimiento especial porque Manuel Rojas es un escritor con el que encuentro muchos vasos comunicantes, muchos puntos de contacto en cuanto a su forma de incorporar sus experiencias vitales como materia para construir sus obras de ficción. Así que en todos esos sentidos para mí ha sido positivo y muy estimulante recibir el premio Manuel Rojas.

- En una entrevista que dio al diario "La Nación" de Argentina, asegura que ser escritor en Centroamérica es complicado. ¿Por qué?

- Probablemente tener la aspiración no es difícil, lo que es difícil es lograr producir una obra. Porque para ello se necesitan, precisamente, estímulos, cierto tipo de apoyos, un mercado del libro, y hay de todo eso allá pero muy poco. Siempre la sobrevivencia a uno le gana en día a día, entonces la obra va quedando rezagada. Por eso los escritores que procedemos de esos países a veces tenemos que hacer un esfuerzo doble. Sin embargo, la región produce grandes escritores desde (Rubén) Darío hasta (Miguel Ángel) Asturias, y grandes poetas como Ernesto Cardenal y Pablo Antonio Cuadra.

- Pero todos con un nivel de esfuerzo mayor que otros países del continente.

- Pues sí. En todo caso, esto es un poco relativo, porque cuando un escritor tiene el destino y la vocación de hacer una obra, siempre encuentra formas para resolver los escollos que se ponen en su camino.

- ¿Ud. siempre quiso ser escritor?

- Yo comencé a escribir poesía a los 18 o 19 años; luego pasé al cuento, y luego a la novela. No estoy muy seguro que siempre quisiera ser escritor, porque ser escritor y escribir una obra pueden ser cosas distintas. Hay gente que puede estar más interesado en ser escritor que en escribir la obra, aunque parezca contradictorio. Entonces yo tanto como ser escritor no. La mayor parte de mi vida la viví a través del periodismo, gracias al periodismo y paralelamente fui construyendo una obra literaria muy personal y muy como respuesta a mis propias necesidades de expresión. Expresarme fue lo que siempre necesité y quise: dejar una constancia de mis necesidades de expresión a través de una obra literaria es lo que siempre me propuse más que el epíteto de ser escritor. Era una necesidad más vital.

- Hace poco lanzó un ensayo sobre el escritor, periodista y revolucionario salvadoreño Roque Dalton. ¿Pretende escribir una novela sobre él?

Ciudadano del mundo

- Yo visito El Salvador una vez al año más o menos, siempre voy. Pero el hecho es que ya tengo muchos años de no residir en Centroamérica, aunque toda la región de Mesoamérica es con la que me siento profundamente identificado y a algunos países voy con más frecuencia y a otros con menos. Pero de vivir por ahora no tengo planes en ninguno de ellos.

- Está cómodo en Iowa

- Pues sí. Tengo un trabajo allá, soy profesor de escritura en un programa de español que hay allá en la Universidad y ya veremos lo que viene después.

- ¿No se preocupa mucho hacia dónde lo lleve el destino?

- Sí, sí me preocupo, pero no sirve de nada. De verdad, uno se preocupa pero no sirve de nada preocuparse porque con la preocupación poco se resuelve. Así que me acostumbré de muy chico un poco a hacerle caso a la vida, con lo que me daba y lo que me quitaba, y ahí me ido adaptando.

"Cuando un escritor tiene el destino y la vocación de hacer una obra, siempre encuentra formas para resolver los escollos que se ponen en su camino"

"La metamorfosis del sabueso" De la editorial UDP, este es un libro que contiene ensayos, artículos, columnas y conferencias.

"La sirvienta y el luchador" Novela que aborda uno de los temas recurrentes de su literatura: la violencia política.

"Con la congoja de la pasada tormenta" Antología que recoge casi todos sus cuentos.

"Desmoronamiento" Novela donde una familia se ve envuelta en la guerra entre Nicaragua y Honduras.

Flor Arbulú