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Damnificados alegan duras trabas para quedarse en Valparaíso

valparaíso. Complicados tecnicismos en los trámites para construir en terreno propio y la falta de capacidad inmobiliaria son los principales obstáculos.

pablo tomasello

emv

raúl goycoolea

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El pasado sábado 12 de abril la vida de Marta Vargas, de 69 años de edad, y su esposo Alberto Navia, de 78, cambió para siempre. Ese día, y tras luchar casi toda una vida para poder edificar su casa propia en el sector de Los Chonos en cerro Las Cañas, las llamas consumieron completamente el esfuerzo de décadas, dejándolo en cenizas y haciéndolos enfrentar una dura realidad para la cual no estaban preparados.

A pesar del dolor y la perdida material que conllevó el megaincendio que afectó a más de diez cerros porteños en abril pasado, el matrimonio Navia-Vargas rápidamente se puso nuevamente de pie, y junto al apoyo de sus familias, comenzó los trámites para poder optar a un subsidio que le permitiera construir un nuevo hogar en su terreno propio, pues según las palabras de Marta, 'nosotros somos nacidos y criados en Valparaíso, somos porteños de tomo y lomo y no por un incendio vamos a dejar de vivir en el lugar que nos vio crecer como matrimonio, y en donde hemos sido inmensamente felices'.

Pero nada hacía presumir que sus inmensas ganas de seguir siendo parte de la comunidad del cerro Las Cañas se encontraría con una gran muralla de trabas e impedimentos para edificar su nueva vivienda, pues en el caso de este matrimonio de tercera edad, los papeles presentados para poder obtener el permiso de edificación fueron rechazados en más de doce oportunidades, situación que en muchos momentos los motivó a bajar los brazos y a emigrar hacia otras comunas.

'No puede ser que porque uno tenga un pedazo de tierra propio le pongan tantas trabajas para construir, imagínese que a mí ni siquiera me pusieron baño, entonces uno quiere seguir siendo porteño, quiere seguir dándole vida a los cerros, pero los tecnicismos y la burocracia han hecho que muchos vecinos opten por irse o por construir nuevamente de manera ilegal', precisó Marta.

No hay ayuda

Si bien los últimos datos entregados por Andrés Silva, delegado presidencial para la reconstrucción en Valparaíso, revelan que hasta la fecha se han presentado 317 solicitudes por parte de los propietarios de lotes de terreno, de las cuales 351 son para la construcción de viviendas y 251 ya tienen el permiso otorgado y están iniciando su proceso de reconstrucción definitivo, el matrimonio alega que 'las cifras son solos eso, cifras, y que la realidad es otra, pues trascurridos siete meses nosotros seguimos viviendo hacinados en una mediagua, situación que nunca habíamos pasado en nuestras vidas'.

Según Marta Vargas, el Plan de Reconstrucción ha privilegiado a los damnificados que eran arrendatarios o allegados, quienes en muchos casos ya tienen una solución habitacional definitiva, pero quienes son dueños de sus terrenos se han visto perjudicado por la falta de información.

'Yo tengo casi setenta años de edad y no manejo la tecnología como los jóvenes, y hay mucha gente que tiene los mismos problemas que yo, también es importante mencionar que la asesoría técnica no ha dado abasto para todas las personas que actualmente siguen siendo damnificados, si nosotros pasamos todo el invierno barriendo agua, ha sido terrible', expresó Marta Vargas con un poco de incertidumbre, mientras tapa una olla ubicada en una improvisada cocina que colinda con el baño y el comedor, todo en menos de cinco metros cuadrados.

Si bien actualmente reveló que sus papeles ya fueron ingresados al Serviu para comenzar el proceso de postulación para construir su hogar en el terreno que habita hace más de veinte años, también alega que las opciones habitacionales propuestas por las empresas constructoras no cuentan con los requisitos básicos para ser habitadas.

'Hoy en día existen dos tipos de alternativas para quienes queremos que nos construyan una casa en nuestro terreno, la primera es del porte de una mediagua y sería vivir en las mismas condiciones actuales, la segunda opción es un poco más grande, pero la entregan sin las terminaciones', declaró desesperada la veterana, quien añadió que para poder habitar su nueva casa deberá gastar aproximadamente un millón de pesos para realizar las terminaciones.

'No entiendo cómo teniendo el presupuesto y los aportes, le están pidiendo a la gente que perdió todo que ponga plata de su bolsillo para terminar las casa', resaltó Marta.

un drama común

Pero el drama habitacional no solamente ha afectado a los damnificados que quieren construir en su terreno propio, pues José Soto, quien perdió completamente su casa ubicada en la parte alta del cerro Mariposas, tampoco ha podido encontrar un subsidio para una nueva vivienda y actualmente junto a su esposa, se encuentra como allegado en la casa de sus suegros, en cerro San Roque.

'Imagínate que nosotros veníamos peleando un subsidio desde el año 2012, antes que pasara todo esto del incendio, después perdimos nuestra casa y pensamos que todo se iba a agilizar, pero ha sido todo lo contrario, ya son meses de incertidumbre', expresó José Soto, quien ha debido compatibilizar los trámites del subsidio con el estudio para, a sus 53 años, titularse de Técnico en Mecánica Automotriz y Autotrófica en un instituto profesional de la región.

'Uno quiere surgir, pero para los pobres siempre hay algo que falta o algún ítems que no cumplimos', añadió con impotencia Soto, quien no entiende cómo la gente a cargo de la reconstrucción se ha puesto plazos que según sus propias palabras 'son irrisorios'.

'Actualmente no hay capacidad habitacional en Valparaíso, y nosotros no nos queremos ir porque yo tengo mi clientela y mi familia acá, en definitiva, mi vida entera está en esta ciudad', añadió Soto, quien tristemente declaró que si no encuentra una solución antes de enero del 2015, volverá a construir su hogar en lo más alto del cerro Mariposa, exponiéndose nuevamente al peligro de un incendio.

un tema de seguridad

En defensa del Plan de Reconstrucción puesto en marcha por el gobierno, Andrés Silva, delegado presidencial, precisó que los posibles atrasos en las construcciones en terrenos propios se deben a medidas de seguridad, pues antes del megaincendio, de un total de 1.242 lotes de terreno, solamente el 3% contaba con permiso y recepción municipal.

'Nosotros estamos trabajando muy concentradamente en atender a los propietarios que quieren reconstruir en su sitio propio, y en realidad aquí no hay burocracia, sino que hay situaciones que hay que resolver antes de cumplir con esos trámites, porque no se trata de levantar las casas así nomás, sino que tenemos que prevalecer un tema de seguridad', expresó Silva, ejemplificando que actualmente los trámites para obtener el permiso de edificación se demora entre 30 a 60 días, contrastando con la realidad expuesta por los damnificados.

A su vez, el delegado presidencial para la reconstrucción de Valparaíso enfatizó en que los subsidios serán otorgados solamente a quienes quieran reconstruir de manera segura.

'Aquí nosotros no vamos a sacrificar la seguridad de los porteños por una rapidez relativa, porque hay cosas que fueron muy relevantes al momento del incendio, tales como los deslindes y la toma de espacios públicos que redujeron la accesibilidad a los sectores y eso es lo que estamos buscando mejorar', añadió el delegado.

Para finalizar, Andrés Silva expresó que el gobierno se comprometió a tener todos los permisos de edificación y subsidios de reconstrucción otorgados para los damnificados antes del 31 de diciembre.

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'No entiendo cómo la gente a cargo de la reconstrucción se ha fijado plazos que son irrisorios, porque no hay capacidad habitacional en Valparaíso'

'Aquí no hay burocracia, sino que situaciones que hay que resolver antes de cumplir con trámites, porque no se trata de levantar las casas así nomás'