Ministro Eyzaguirre: ¿El verdadero problema?
Tratemos de entender lo que ocurre con la reforma desde lo que puede pensar un padre o una madre 'de a pie', con un hijo en edad de educarse.
¿Qué piensan esos padres cuando tiene en mente la educación de su hijo?
Probablemente una serie de cosas relacionadas muy directamente con los resultados del proceso de educación. Están pensando en cómo va a cambiar su hijo 'para mejor'.
¿Y qué suele haber tras ese 'para mejor'? En conocimientos. Algunos generales, otros más específicos. Los padres esperan que su hijo aprenda a leer y escribir en un grado aceptable. Que sepa hilar y expresar medianamente sus ideas. Que sepa las matemáticas fundamentales. Que conozca algo de historia. Ojalá algún idioma extranjero, aunque esto, ciertamente, para la inmensa mayoría no pasa de ser una quimera. Quizá también esperan, más por costumbre que por otra cosa, que el hijo aprenda algo de música, quizá a tocar un instrumento.
Pero no todo es conocimiento. Los padres también esperan que su hijo se mueva y practique deporte, tanto porque están vagamente conscientes de que 'mens sana in corpore sano' como porque la práctica deportiva siempre ha sido, además, un buen medio recreativo.
En el orden de las conductas sociales, los padres esperan, en general, que se aplique la regla de oro: que su hijo aprenda a tratar a los demás tal como esperan que los demás traten a su hijo. Eso comprende que su hijo aprenda a ser sociable y amigable, que aprenda a respetar y apreciar a los demás, que sea medianamente generoso, básicamente justo, leal, y veraz.
Y en el orden personal, los padres esperarían que su hijo sea relativamente disciplinado, estudioso, que tenga alguna iniciativa para ir haciendo, paso a paso, su propia vida. Esperan que el hijo adquiera los hábitos que le permitirán estudiar en la enseñanza superior o desarrollar un oficio que le permita vivir igual o algo mejor que ellos mismos.
Para todo lo anterior, los padres esperan el establecimiento educacional sea de estructura digna, con los medios fundamentales para alcanzar los fines señalados, y, sobre todo, que tenga buenos profesores que den un buen y motivador ambiente humano que 'tire pa'rriba' a los niños.
¿Eyzaguirre ha estado preocupado de estas cosas? Definitivamente no. Aunque para ser justo, sí se refirió a ellas una vez: cuando dijo que a algunos había que bajarlos de los patines… no vaya a ser que se eduquen más de lo que el gobierno quiere.