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"Actualmente los porteños no reconocen el gran potencial turístico y cultural que tiene el grafiti"

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A los siete años, Álvaro Ramírez dejó junto a su familia su natal Viña del Mar para buscar un futuro mejor en New York, Estados Unidos, donde además de conocer y palpar en carne propia una cultura totalmente diferente a la chilena, pudo apreciar en toda su magnitud la gran influencia artística que los grafitis tienen en la cosmopolita ciudad, situación que lo marcó de por vida.

Ya con 20 años, y tras la muerte de su madre, Álvaro decidió regresar a Chile, más precisamente a Valparaíso, donde encontró una incipiente cultura grafitera, que lo motivó a crear el primer "tour del grafiti y arte callejero", iniciativa que tiene como principal objetivo poder cambiar la percepción que los porteños y chilenos tienen sobre esta potente expresión artística, que muchas veces es catalogada como un acto de "vandalismo", prejuicio que se ha instaurado en el inconsciente local motivado por los constantes ataques que diversos grupos de jóvenes hacen a los carros de Merval, quienes en menos de cuatro minutos logran pintar más de un vagón de manera íntegra.

"Si bien hoy en día el tour del grafiti y el arte callejero ha alcanzado un gran auge, tanto local, como nacional e internacionalmente, los porteños no reconocen, y no saben, el gran potencial turístico que tienen entre sus manos, pues Valparaíso es reconocida mundialmente como una de las capitales del grafiti, además de tener a muchos de los mejores exponentes del orbe", precisó Ramírez, quien el próximo 1 de diciembre abrirá la primera tienda del graffiti en Valparaíso.

- ¿Cómo nació la idea de crear un tour del grafiti en Valparaíso?

- Esto pasó en el año 2011, ahí fue donde nació la idea de comenzar a hacer el tour, pues en Valparaíso se comenzaron a ver más y más murales, en ese tiempo el nombre de Inti, que es un muralista chileno reconocido mundialmente, estaba en la boca de todas las personas en la calle, y como mi profesión es de guía turístico profesional y sommelier, mi idea era crear algo que la gente no conocía y además darle una razón al extranjero para quedarse un día más en la ciudad, para eso tomé a la gente que sabe sobre el tema y les pregunté que le faltaba a mi servicio, en base a eso fuimos creando una iniciativa propia que con los años se fue puliendo hasta lograr el éxito que tenemos hoy en día.

- Según tú perspectiva, ¿cómo crees que la municipalidad ha abordado la temática del grafiti en Valparaíso?

- Yo creo que en la municipalidad de Valparaíso tienen el enfoque racional del grafiti, y ese es tratar de llegar al artista, en este ámbito, personalmente creo que la municipalidad no está hablando con la gente correcta, que son los escritores del grafiti, los que tienen algo que aportar, los que le enseñan a las nuevas generaciones que el más bueno no es el que raya más, sino que el que se dedica a crear una obra de arte, porque la gente ya no quiere ver esos grafitis sin sentido, que son copia de los años 90', sino que el porteño quiere ver grafitis que demuestren lo que vibra en la ciudad.

- ¿Qué opinión tienes sobre los grafiteros que atentan contra inmuebles? Por ejemplo: los carros de Merval.

- No te puedo decir que lo encuentro malo, porque cuando yo era chico en New York, salía al techo de mi casa y veía pasar los trenes totalmente rayados, a mí eso me gusta, pero claramente es feo para la comunidad, porque hay que estar limpiando y todo eso, pero dime tú, cuantas veces Merval ha pensado que en vez de gastar los supuestos treinta millones en limpiar los trenes, mejor los invierte en ayudar y hacen algo por el sector, porque esa es la motivación de los jóvenes, pegarle una bofetada en la cara a Merval, quienes se llenan los bolsillo de dinero, pero no aportan en nada, ni a la ciudad, ni a los porteños, por ejemplo, yo gano infinitas veces menos dinero que lo que gana Merval, pero destino parte de mi sueldo a hacer talleres con los niños vulnerables de Playa Ancha, y ahora ellos ya no salen a robar o delinquir, sino que solamente piensan en pintar.

- ¿Qué solución puede dar Valparaíso a este problema?

- En primer lugar hay que dejar en claro que el mal nombre que se le ha dado al graffiti es por el hecho de que el centro de Valparaíso está todo rayado, pero tú subes al cerro Alegre o Concepción y los murales decoran artísticamente los cerros, en este sentido, lo que yo haría es que si pillo rayando a un graffitero, lo obligaría a limpiar ese y otro grafiti, además de obligarlo a hacer trabajo comunitario, pero cuando se sanciona con represión, obviamente se va a responder agresivamente.

"Los jóvenes rayan los trenes buscando pegarle una bofetada en la cara a Merval, quienes se llenan los bolsillo de dinero, pero no invierten nada en la ciudad"