Sequía complica el abastecimiento de agua en tres provincias en la Región de Valparaíso
Crisis. Petorca es zona más crítica, mientras Marga Marga prevé complejo escenario, por lo que trabajarán con camiones aljibes
A medida que las temperaturas aumentan, muchos comienzan a pensar en las vacaciones, la playa, la piscina y otras actividades propias de la fecha. Sin embargo, para una parte importante de los habitantes de la región, esta época solo agudiza el problema de sequía que se viene arrastrando por cinco años, y donde el principal dolor de cabeza de las autoridades políticas es abastecer de agua para el consumo de la población, especialmente en las provincias de Petorca, Marga-Marga y Quillota.
La primera es la que vive la situación más crítica. Esta cuenta con 82 de 252 comités de Agua Potable Rural (APR) -los cuales se ubican en sectores donde no llega el alcantarillado-, y que equivalen al 92% de la población que no cuenta con acceso al agua, según explica Marcelo Herrera, coordinador regional de recursos hídricos, y quien añade que un 42% de esa necesidad está siendo subsanada a través de camiones aljibes. "Lo que quiere decir que a mediados de enero o febrero, la situación va a ser bastante compleja", comenta.
Medidas de emergencia
En este sentido el gobernador de Petorca, Mario Fuentes, detalla que se está trabajando en un "sistema como de 'alerta temprana' en conjunto con el coordinador regional de recursos hídricos para verificar en cuánto nos van a bajar los distintos pozos del sistema de agua potable rural, para saber a tiempo cómo nosotros abastecerlos de manera transitoria con camiones aljibes".
"También le pedimos a nuestros proveedores de agua potable, porque nosotros compramos agua potable para darle a los sectores rurales que están de abastecidos, que nos hagan una proyección de la cantidad de agua con la cual van a poder contar para el verano y que también tengan una reserva para poder comprar nosotros como Gobierno", agrega.
Marga-Marga, en tanto, el problema que presenta dice relación con el aumento de población en sectores como Olmué y Limache. Por lo mismo, ya se está trabajando en el tema: "Hoy el embalse Los Aromos tiene 30 mil metros cúbicos, y lo que nosotros vamos a hacer es doblar ese número, lo que va a comenzar a operar a contar de enero de 2015 y por ello estamos trabajando con las secciones de los regantes, porque vamos a empezar a trabajar los pozos de Llay Llay hasta Limache, lo que nos va a permitir asegurar el agua", comenta el gobernador Gianni Rivera, añadiendo que también se está haciendo un trabajo con los municipios para tener camiones aljibes. Esta sitaución se repite en Quillota.
Otras urgencias
Y si bien el consumo humano, de alguna manera, está solucionado en un corto plazo a través de camiones aljibes o el servicio de Esval; lo cierto es que los regantes y los agricultores siguen padeciendo las consecuencias de la escasez hídrica.
Muchos de ellos, incluso, aportan agua para el consumo humano, como es el caso de la tercera sección que comprende a la provincia de Quillota. El presidente de la Junta de Vigilancia de ésta, Walter Riegel, asegura que "es la que más aporta al consumo humano junto con los canales Ovalle y Waddington que acarrean el agua de unos pozos que tiene la DOH, justamente, que le dio a concesión a Esval (que originalmente fueron perforados para la tercera sección). Estos, hoy en día, van derechito al embalse Los Aromos".
Lo peor es que esta sección tiene medio metro cúbico para 16 canales. Situación que difiere a la primera que tiene entre 15 y 20 metros cúbicos, y la segunda con afloramientos de su cuenca que la mantienen con cierta tranquilidad, asegura Riegel.
Esto, sumado a que este invierno nevó menos que en los años anteriores, los tienen en una crisis donde se hace urgente poner en marcha el acuerdo con las otras secciones para poner en marcha los pozos de Curimón y Panquehue, lo que está siendo articulado por las autoridades de la DGA y Obras Hidraulicas. "Lamentablemente están sumamente retrasados con la puesta en marcha de los pozos, por lo tanto, la primera y segunda sección han hecho un esfuerzo voluntario de dejarnos pasar un poco de agua por 24 horas, pero que está lejos de ser lo que nos sirve o nos corresponde", manifiesta; acusando falta de preocupación en el tema de parte de las autoridades nacionales.
Para Javier Crasemann, presidente de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección Río Aconcagua, todos los temas que se están realizando hasta ahora son corto plazistas. "Aquí ha habido una falla importante del Estado de Chile que no ha hecho las inversiones cuando correspondían. Hasta el momento se ha seguido la política de preservar el consumo humano por sobre los otros usos", dice.
Y agrega: "Aquí se requiere un plan de inversiones como no ha habido nunca antes, público y privado, para dotar de infraestructura la cuenca completa para poder hacer mejor frente a este tipo de situaciones en el futuro".
Aunque ya se está trabajando en ello, a través de medidas a largo plazo como es la desalinzadora que se pretende hacer en Petorca.
F.Arbulú/ N. Valverde