El abogado de Lucas Azcona, procesado por el asesinato de la estudiante porteña Nicole Sessarego, dio a conocer una carta en la cual el joven de 23 años reconoció la autoría del homicidio cometido el 15 de julio pasado en el barrio de Almagro, en Buenos Aires, Argentina. El imputado se encuentra detenido desde el 8 de noviembre tras ser entregado por su padre, luego que una hermana lo reconociera en imágenes difundidas por televisión.

"No sé lo que hice, nunca quise matar, pido perdón a Dios si lastimé a alguien. No quiero vivir más, necesito ayuda", dice la carta que escribió Azcona y que fue leída por su defensor, Jorge Borgo, en los estudios del canal de noticias trasandino C5N.

La misiva fue escrita en el penal de Ezeiza, donde cumple prisión preventiva por orden del juez de instrucción Luis Zelaya.

El joven, procesado por "homicidio calificado por odio de género", está detenido en un pabellón psiquiátrico del recinto penitenciario mientras se evalúa su situación.

Según un informe elaborado por expertos, Azcona comprendió la criminalidad de sus actos, lo que lo convierte en imputable y puede ser juzgado. Además, los peritos precisaron que tiene odio hacia las mujeres y que los rasgos de su personalidad son "psicopáticos".

Cabe recordar que Nicole fue asesinada de 11 puñaladas cuando llegaba a su departamento ubicado en la calle Don Bosco 4109.

Nuevamente un delincuente que intentaba ganar dinero fácil, propinándole un lanzazo a un adulto mayor, fue atrapado por transeúntes, y en vez de dar un golpe que le salvara el día, finalmente terminó siendo golpeado y luego entregado a Carabineros.

El hecho ocurrió cerca de de las 13.40 horas de ayer, relató Dominique Baradit, trabajador de una empresa que presta servicios al puerto, quien detalló que "cuando iba en mi vehículo particular por calle Independencia, al llegar a la intersección con General Cruz, veo a un hombre que venía corriendo desde la avenida Francia hacia mi dirección en actitud sospechosa y unos metros atrás vienen dos personas gritando 'píllenlo, píllenlo'".

Tras bajarse del automóvil y capturar al delincuente, prosiguió Baradit, éste "se asustó y tiro un pantalón al suelo diciendo 'eso es todo lo que tenía'. Segundos después llegaron unas personas acusándolo de haber hecho un lanzazo a un señor que por su avanzada edad todavía no llegaba al lugar".

Una vez aprehendido, el ladrón comenzó a recibir una andanada de golpes por parte no solo de sus captores, sino además de quienes transitaban por el sector. "En el momento que estábamos golpeando al individuo, lo que debe haber durado unos tres minutos, llegaron unos motoristas de Carabineros a reducir y esposar a esta persona, la cual suplicaba que no lo golpearan más y que todo era un error", agregó Baradit.

"Lo volvería a hacer"

Para peor suerte del aporreado delincuente, "justo por el sector iba pasando una marcha de trabajadores del supermercado Lider, que están en huelga, los cuales se sumaron con gritos, golpes e insultos hacia esta persona", añadió el improvisado captor.

Baradit aseguró que si a futuro se viera involucrado en una situación silmilar "lo volvería a hacer", y detalló que "el tipo se fue muy golpeado y también muy humillado, ya que se escondía para que yo no le tomara fotos de su rostro. En ese momento es cuando le digo a un funcionario del Lider que le tome la cabeza hacia atrás para lograr capturar su cara y así darla a conocer por las redes sociales".

Baradit justificó su actuar argumentando que "como sociedad estamos aburridos de que a nosotros, trabajadores, nos estén robando y quitando nuestras especies que con tanto sacrificio nos cuesta tener, ya que la policía cumple su papel, pero los tribunales, siendo de Justicia, no ejercen su función como tal".