Una confusa y molesta situación vivió una pareja de homosexuales durante la tarde del sábado, al intentar bajar al centro de Valparaíso por el ascensor Reina Victoria. Los jóvenes porteños fueron discriminados por uno de los maquinistas del funicular, quien les impidió utilizar el medio de transporte público al verlos besarse frente a los demás usuarios del servicio.
El incidente generó la indignación de la pareja, que para revertir el complejo escenario llamó a Carabineros, y con cuya presencia, además de la apelación a la Ley Zamudio, lograron finalmente utilizar el ascensor.
Acto discriminatorio
Sin embargo, la polémica no quedó hasta ahí, porque la pareja decidió denunciar el acto discriminatorio ante el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), desde donde se envió una carta al alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, para solicitar una investigación, además de una capacitación en temas de diversidad a los funcionarios que operan los nueve ascensores administrados por la Municipalidad.
"No están vulnerando ninguna legislación y tampoco es una ofensa a la moral, porque un beso es una expresión de afecto legítima en el espacio público. No sé cuál es el drama en que un niño vea a una pareja del mismo sexo besarse, ya que ante la pregunta de un menor los padres tienen que saber responder con honestidad sobre la realidad que se vive en Chile", manifestó el presidente del Movilh, Rolando Jiménez.
El activista añadió que "actitudes como las del maquinista ensucian la identidad de un ascensor, declarado monumento nacional en 1998, así como también de una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad, dándose una negativa señal a los porteños y turistas".
Es por esta razón que el organismo no descarta la posibilidad de presentar una acción judicial en contra de la persona que actuó en forma homofóbica, sin embargo será la pareja ofendida la que analizará el escenario durante esta semana, para tomar la decisión final.
"poco tolerante"
Según los compañeros de trabajo del operario, quien tiene más de 30 años de servicio en el ascensor, el hombre de más de 50 años es muy responsable, pero "poco tolerante". Si bien, nunca antes habría actuado así frente a una pareja del mismo sexo, aseguraron que en otras ocasiones ha sido "cascarrabias", al no dejar, por ejemplo, comer al interior del medio de transporte o subir con una bicicleta, siendo que ambas acciones están permitidas por la administración del funicular.
Al respecto, el supervisor Luis Segovia, indicó no haber sido informado de la situación, por lo que durante la jornada de hoy recabará los antecedentes que enviará a su superior, quien deberá decidir si se realiza un sumario que tenga como consecuencia algún tipo de sanción, tales como el traslado del funcionario o, eventualmente, el término de su contrato.