Trece fueron los incendios forestales que afectaron ayer a comunas de las provincias de Valparaíso, Marga Marga y Quillota, arrasando con más de 300 hectáreas de vegetación. No obstante, el de mayor peligro por su cercanía a viviendas se registró en la Ciudad Puerto, donde revivió el fantasma de la tragedia ocurrida en abril pasado.
La emergencia se originó cerca de las 15.30 horas en una quebrada colindante a la calle Hanga Roa, que conecta la Ruta 68 con la parte alta de Rodelillo, avanzando el fuego rápidamente hacia sectores poblados, principalmente a la Villa Rapa Nui y también a la Villa Magisterio y población Municipal, a la altura del paradero 22.
Momentos después de iniciado el siniestro, vecinos del sector vieron salir de la quebrada a un joven en actitud sospechosa, por lo que fue denunciado a efectivos de Carabineros, que procedieron a su detención. Se trata de un sujeto de 19 años, quien reside en la población Isla Pascua, distante unos 400 metros de la Villa Rapa Nui, según informó el jefe de la Tercera Comisaría Norte del cerro Barón, capitán Paulo Jiménez, quien agregó que hoy el joven pasará a control de detención.
FUERTE VIENTO
Producto de las altas temperaturas, el fuerte viento y el material combustible acumulado en el lugar, cerca de 180 viviendas estuvieron en peligro, lo que movilizó a 17 unidades del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, cuadrillas de Conaf, Carabineros y de la PDI, para otorgar el debido resguardo a la población del sector.
La inquietud fue total. En especial para quienes a esa hora iban rumbo a sus hogares y eran informados del incendio que amenazaba a las residencias. Muchos de los pobladores temieron lo peor; sin embargo, la rápida reacción de Bomberos y la llegada de recursos aéreos, con dos aviones dromader y un helicóptero, permitieron controlar la emergencia en poco más de una hora de intensa labor.
Hernán Aguirre, uno de los vecinos que llegó hasta el lugar para ayudar a familiares, expresó que "la situación estuvo complicada, se temió que el incendio se propagara hacia las casas, ya que el fuego avanzó muy rápido producto del viento y las altas temperaturas. A Dios gracias, la población aquí está preparada, con mangueras y otros accesorios para poder reaccionar en caso de un incendio".
Consultado si los pobladores se han preocupado de desmalezar y realizar cortafuegos, para protegerse en caso de un siniestro de magnitud, Aguirre subrayó que "esta es una de las poblaciones que más se preocupa, por eso no cundió más para arriba. Años atrás vivimos un hecho similar y abarcó a varias poblaciones cercanas. Algunas personas asustadas sacaron sus cosas, pero quedamos muy conformes con la rápida respuesta de Bomberos".
DIFÍCIL LABOR
El comandante de Bomberos de Valparaíso, Enzo Gagliardo, que encabezó el puesto de mando durante la emergencia, detalló que la labor se dificultó por el acceso a quebradas y la presencia de gran cantidad de pastizales y árboles, sumado a las condiciones ambientales extremas.
"Estábamos con toda nuestra gente acuartelada en caso que sucediera una emergencia. Lo más complejo fue la accesibilidad, el armado de redes producto de la distancia con los grifos y hubo que trabajar con camiones cisterna para llegar a la quebrada", aseveró el oficial sobre la intensa labor.
En el caso puntual de este foco en Rodelillo, Gagliardo no duda en señalar que el origen "está en la mano del hombre, indudablemente". La autoridad bomberil resaltó la importancia de contar con apoyo aéreo de aviones dromader y helicópteros por parte de Conaf, lo cual permitió atacar rápidamente el foco y controlar la propagación del fuego, que estuvo a escasos metros de llegar a viviendas.
HIJUELAS
En la zona interior la emergencia de mayor magnitud se registró en la comuna de Hijuelas, donde un incendio forestal fuera de control consumió en pocas horas unas 100 hectáreas de matorrales, arbustos y especies nativas en el sector Quebrada El Cura.
La alerta roja para la comuna fue decretada cerca de las 15 horas debido a altas probabilidades de que el fuego alcanzara sectores habitacionales como la Población Sven Krarup; sin embargo, la dirección del viento cambió ya entrada la tarde y tomó una dirección contraria, encajonando el fuego entre quebradas de cerros circundantes.
En el combate de la emergencia participaron dos brigadas de Conaf más bomberos de las cinco comunas de la provincia de Quillota, y apoyo de camiones aljibe de los municipios de Hijuelas, La Calera y Nogales.
Emergencias similares se registraron la tarde de ayer en las comunas de Quilpué y Villa Alemana, donde tres focos afectaron a los sectores de Belloto Norte y Rumié.
Uno de los siniestros se concentró en el fundo Frutillar, donde el fuego, hasta el cierre de esta edición, ya había consumido una superficie cercana a las 100 hectáreas de pastizal, matorral y arbolado, concurriendo al lugar cinco brigadas, un técnico, dos aviones dromader y un helicóptero de Conaf, con el apoyo de una aeronave de la Onemi y Bomberos.
El segundo foco de importancia se declaró en el exbasural de El Belloto Norte, lugar donde el fuego ha arrasado con alrededor de 100 hectáreas.
De acuerdo a lo informado por el jefe del Departamento de Protección contra Incendios Forestales de Conaf, Raúl Molina, hoy proseguirán los trabajos de extinción del fuego en los incendios de Hijuelas y Quilpué, que se mantienen activos.
Uno de los siniestros que también preocupó a los servicios de emergencia fue el que se declaró en el sector del Jardín Botánico, de Viña del Mar, hasta donde concurrieron brigadas de Conaf y bomberos de la Ciudad Jardín. El incendio, que comenzó cerca de las 18 horas, pudo ser sofocado rápidamente, afectando una superficie que no superó los 6 metros cuadrados. Sin embargo, las llamas afectaron al centro ceremonial mapuche "Relmu Rayen Chod Lafken", que sufrió la pérdida de 12 puestos utilizados para vender artesanía.
"Es un mal indicio para este inicio de temporada, por eso insistimos en la limpieza de las quebradas"
"La situación estuvo complicada, se temió que el incendio se propagara hacia las casas, ya que el fuego avanzó muy rápido"
A. Paredes/ E. Curti