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Alcances a un proyecto "histórico"

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Se abusa del término "histórico". Hay medidas históricas, discursos históricos, proyectos históricos… En fin, cada autor piensa que su iniciativa o sus palabras pasarán a los libros de historia, textos, afortunadamente, exigentes y con filtro de estrecha malla. Sin embargo, el proyecto de elección de intendentes regionales es en verdad una propuesta histórica que modifica una normativa presente a lo largo de todas las Constituciones de nuestro país.

Actualmente, el intendente es un representante regional del Presidente de la República, designado por el Mandatario, al igual que los gobernadores provinciales y otros funcionarios. Ahora, con el proyecto firmado por la Presidenta de la República Michelle Bachelet, esa figura tradicional desaparece y da paso a un intendente elegido en votación directa por la ciudadanía.

Llegando a una calificación extrema, el actual diputado por Viña del Mar, exalcalde de esa comuna y militante del PPD, Rodrigo González, ha expresado que los nuevos intendentes "van a ser independientes y no van a moverse como peleles o ser pauteados desde el gobierno central".

El proyecto de intendente elegido da a esa autoridad plena independencia para ejercer una serie de funciones, teniendo como horizonte lograr a través de todo el país una efectiva regionalización. Fundamental es que sus facultades tengan bases reales expresadas en capacidad de decisiones presupuestarias, de planificación y de estructuración del aparato administrativo local.

El tema de la fecha de la elección no deja de ser importante para quienes esgrimen la calculadora política. Se pensaba originalmente en el año 2016, lo cual sería difícil en opinión del diputado González, quien, entre paréntesis, ya se ubica en la lista de espera de postulantes a intendente. Señala, con razón, que la discusión de las reformas tiene plazos acotados. Así, la elección podría ser el 2017. Y en esas fechas entra la calculadora, pues el 30 de octubre del próximo año tenemos elecciones de alcaldes y concejales y el 19 de noviembre de 2017 de parlamentarios y Presidente de la República, con una posible segunda ronda presidencial el 17 de diciembre siguiente. Todo lo anterior precedido de primarias.

¿Cómo se ubica la elección de intendentes en este cuadro? ¿Cómo se podrá evitar que ese cambio "histórico" sea opacado o contaminado con esas otras votaciones?

En las decisiones legislativas que se tomen al respecto hay que tener presente que el objetivo final de la propuesta es dar un paso consistente en la regionalización y no abrir un nuevo espacio para la asignación de cuotas políticas.