Desde hoy vuelve a la normalidad el funcionamiento del pub Sunset Beach, local del quinto sector de Reñaca que había sido clausurado el lunes de esta semana por presuntas irregularidades en su patente y tras las quejas de varios vecinos por el excesivo ruido que produce su música en vivo.
Tras la revisión exhaustiva de la documentación, el Departamento de Rentas del municipio viñamarino determinó que el recinto funciona con todos los permisos al día y sus actividades se apegan a las establecidas a su patente de bar, por lo que puede seguir ofreciendo sus servicios.
Sin embargo, el caso del Sunset Beach da cuenta de la pugna que cada verano surge en Reñaca y que enfrenta a los vecinos, que prefieren mantener al principal balneario viñamarino como un lugar para el turismo familiar, con los visitantes y locatarios, que piden mayor apoyo de la autoridad para mejorar la oferta dirigida a los jóvenes.
CONVIVENCIA
"La gente tiene que entender que el ruido, además, viene de la calle, la gente, los autos, no son todos nuestros. De todas formas, nosotros nos comprometemos a tener una buena convivencia con el entorno", precisó Diego Israel, uno de los dueños del Sunset Beach, tras conocer el levantamiento de la clausura y ante los reclamos de los residentes.
En cambio, para Jorge Araneda, administrador de la concesión del quinto sector de Reñaca, "el ruido, el sonido que se genera en este lugar afecta la tranquilidad de la comunidad, afecta a los vecinos".
Agrega que "al estar una discoteca al lado de departamentos y una comunidad, altera la vida y tranquilidad que tienen los vecinos cuando eligen llegar a un lugar de descanso y veraneo".
Reñaca es el principal atractivo del verano en Viña, expone Miguel Ángel Ortúzar, quien visita estas playas desde hace más de 10 años, junto a amigos.
"Desde marzo a diciembre se arrienda a estudiantes e incluso son más baratos los arriendos, porque el atractivo son las fiestas, la playa, la diversión que se da en verano", opina.
Constanza Velásquez, quien vive en el sector, tiene una opinión similar: "Reñaca y Viña sacan plata de toda la cantidad de turistas que llegan, entonces hay que aprovecharlo. Yo encuentro que está bien el funcionamiento de estos locales, deberían hacer una ley para que ellos puedan tener este tipo de fiestas, quizás hasta ciertas horas pertinentes para que no moleste a los vecinos. Yo encuentro que uno de los recursos monetarios son los turistas que vienen y si no potencian eso van a perder clientela y no es la idea".
Quien discrepa de esa idea es Patricio Gaete, administrador del edificio Atalaya, ubicado al lado del Sunset Beach. "Los problemas no son solo para los vecinos, sino también para el personal que tiene que estar sacando a personas ebrias que tratan de entrar a orinar a los estacionamientos o vienen autos que intentan estacionarse donde no deben, pero el principal problema es el ruido", reclama.
Gastón Verdugo, turista que visita por primera vez la ciudad, afirma que el ruido del pub Sunset Beach no le afectó, pese a que está instalado en el edificio de al lado. "No me molestó en nada el ruido y vengo con tres hijos", expuso el visitante, quien dijo que dijo que "un poco de música, tomar algo y compartir con los amigos, es sano".
En opinión del concejal Víctor Andaur, "debe también haber una comprensión por parte de los vecinos y que acepten estas características entendiendo que de alguna manera ellos también son beneficiados por el movimiento del sector turístico".
Para la concejala Laura Giannici, esta es una pugna eterna que se da todos los veranos y no ocurre solo en el sector de Reñaca, sino también en la avenida San Martín, 4 y 5 nortes y el centro de Viña en general. "La convivencia se puede lograr haciendo mayores exigencias a los locales, que la música no sea tan fuerte, pero no podemos evitar que Viña, que es un centro turístico, tenga locales", dijo la edil, quien pidió reforzar el trabajo conjunto con el sector.