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Condiciones laborales: de dulce y agraz

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El trabajo en la región parece estar bien, o al menos así lo percibe la gente. La encuesta "P!ensa 18" muestra que para la mayor parte de los ciudadanos de la región su trabajo es estable y les permite contar con suficiente tiempo libre. Es más, incluso la mayoría cree que su trabajo no tan sólo le aporta seguridad económica, sino que también le otorga remuneraciones acorde al mercado y le permite proyectarse laboralmente.

Con estos resultados podemos concluir que en general no tan sólo tenemos trabajo, sino que incluso es de buena calidad. Excelente noticia.

Sin embargo, las buenas noticias suelen traer importantes desafíos. Las condiciones existentes deben ser protegidas por todos. De esta forma, las políticas que impulse el Estado debiesen tener este foco. Obviamente esto no es insignificante en días en que se discute una importante reforma laboral en el Congreso. Más allá de la discusión que la agenda ha producido, tendremos un importante instrumento que nos permitirá medir los impactos de esta iniciativa en la percepción de la gente respecto a sus trabajos: la encuesta "P!ensa 18 II" de este año.

En la otra cara de la moneda, desafortunadamente tenemos algunos resultados más que preocupantes. Quizás el punto negro más visible dice relación con las diversas instituciones públicas de fomento al emprendimiento. Al respecto, se nos ha reflejado que mientras el 98% de la población ABC1 conoce algunas de las principales instituciones, en el segmento C3 esta cifra baja a un 82%. Más aún, en el segmento E sólo un 66% ha oído de algunas de estas entidades.

Para qué hablar del uso efectivo de los instrumentos que ofrecen. Mientras el 33% de los sectores ABC1 declara haber usado alguno, en el segmento C3 esta cifra baja a un 12%.

Lo anterior debiese llevarnos a un cuestionamiento serio respecto al rol que estas instituciones y sus respectivos instrumentos de fomento están teniendo en el progreso social. Nadie discutiría que estas herramientas debiesen estar dirigidas principalmente a los sectores más vulnerables, pero al parecer son quienes menos las están utilizando.

Pese a este último punto, en la suma y resta, la encuesta nos trae buenas noticias e importantes desafíos. El trabajo es un elemento primordial en el respeto a la dignidad de cada individuo, por lo que será necesario proteger y ampliar las buenas condiciones que hoy existen para la mayoría de los habitantes de la región. Después de todo, la responsabilidad será muy grande en el caso de que este logro se vea afectado por alguna mala decisión. Y, ahora, tenemos como medirlo.