La Ciudad Jardín, el trébol del área metropolitana
Se ha comentado mucho durante los últimos días sobre la congestión vehicular que sufre Viña del Mar. Este es un problema de carácter crónico debido a que la ciudad ocupa un lugar central dentro del área metropolitana de Valparaíso y, por tanto, es paso obligado de la mayor parte de los flujos tanto entre el interior y la costa, como entre norte y sur.
Si analizamos los resultados de la Encuesta "P!ensa 18" respecto a la percepción del transporte público que tienen los habitantes de las comunas de Quilpué, Valparaíso, Concón y Viña del Mar, vemos que esta última es la peor evaluada en relación a la frecuencia diurna y nocturna del transporte público urbano e interurbano. Además, sus habitantes declaran tener en mayor porcentaje tiempos de viaje superiores a una hora y sentirse en un 47% bastante o muy afectados en su calidad de vida diaria por la congestión vehicular.
Es aquí donde adquiere relevancia que exista una buena gestión del transporte público, que ya sabemos funciona de forma deficiente según perciben sus propios usuarios; y es, sin duda alguna, la mejor salida al exceso de demanda vial creciente. Hemos visto como en la Región Metropolitana ha habido un millonario despilfarro de recursos destinados a Transantiago y a Metro, existiendo necesidades básicas insatisfechas en todas las regiones, a excepción de la Metropolitana.
Nuevamente surge la urgencia de la descentralización. El Informe entregado al ejecutivo por la Comisión para la Descentralización define área metropolitana como "una ciudad mononuclear o la extensión territorial formada por dos o más centros de población unidos entre si´ por espacios construidos y que comparten la utilización de diversos elementos de infraestructura y servicios urbanos…"; proponiendo una forma de administración compartida a través de un Consejo Metropolitano de Alcaldes en colaboración con el GORE que permitiría gestionar de mejor manera el transporte y otras múltiples inversiones de carácter supra comunal.
Con esta autonomía, priorización y visión conjunta podríamos comenzar a solucionar nuestros problemas de transporte público, invirtiendo en fiscalización y modernización del servicio, más líneas de metro y una nueva mirada intermodal. Finalmente, de la amabilidad y equipamiento de nuestras ciudades depende la afluencia de turistas, que son de suma importancia para nuestra actividad económica basada ampliamente en servicios de carácter turístico.