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Violencia entre barristas dejó 21 detenidos y dos policías heridos

policial. Buses con pasajeros y vehículos fueron apedreados en diversos puntos de Valparaíso y Viña. Gobernador presentó querella y exigió aplicación de Ley de Violencia en los Estadios.

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Los incidentes más graves desde la inauguración del Estadio Elías Figueroa Brander, en Playa Ancha, protagonizaron barristas de Santiago Wanderers y Universidad de Chile, durante la última fecha del torneo de fútbol profesional chileno.

Los enfrentamientos entre hinchas se registraron no solo en el entorno del estadio, que estuvo custodiado por 200 Carabineros y 180 guardias privados en su interior, sino que en los alrededores del recinto deportivo y en otras ciudades como Viña del Mar, donde un policía de tránsito fue atacado por barristas al que se suma un carabinero golpeado en el acceso al recinto deportivo.

Una decena de buses de recorrido local y una importante cantidad de vehículos particulares fueron apedreados en los accesos al estadio, causando pánico entre los pasajeros y cuantiosos daños en las máquinas, algunas de las cuales resultaron con todos sus vidrios destrozados. Incluso el bus que movilizaba a los jugadores del club capitalino recibió un impacto que rompió uno de los ventanales a la salida del hotel Diego de Almagro, siendo necesario cambiar el recorrido hacia el estadio por motivos de seguridad.

Carabineros detuvo en total a 21 personas por los incidentes registrados, los que fueron derivados ayer al Tribunal de Garantía de Valparaíso. La Gobernación Provincial, a través del gobernador Omar Jara, presentó una querella dirigida en contra de cinco de los sujetos que cometieron los delitos más graves, entre ellos cuatro por porte de arma blanca y otro por usurpación de identidad.

La autoridad precisó que esperaba que los tribunales apliquen en estos casos la Ley de Violencia en los Estadios y que a los implicados se les prohíba el ingreso a los recintos deportivos.

"Espero que efectivamente se considere nuestra querella para dar una señal, estas personas no fueron detenidas dentro del estadio, fueron detenidas en las inmediaciones, pero corresponden al espectáculo deportivo. En ese sentido, la ley es bien clara, porque, independientemente que no estén dentro del estadio, pero estén relacionadas con el espectáculo, nosotros nos podemos querellar", afirmó.

La autoridad reportó que "tanto en Viña del Mar como a la salida del partido hubo varios buses apedreados y autos particulares atacados, particularmente, gente de Wanderers que apedreó buses y autos con gente de la U. de Chile. Este es un hecho grave, hace tiempo que no teníamos en Playa Ancha acciones violentas como las que vimos ayer (sábado). Había pasado Católica, Colo Colo y no habíamos tenido la cantidad de detenidos y el importante destrozo a vehículos y buses".

violento apedreo

Los buses del transporte público porteño son los más perjudicados tras los encuentros futbolísticos de alto riesgo. Tal es el caso de la máquina perteneciente al recorrido 606 de la empresa Sol de Reñaca, que el sábado circulaba con pasajeros desde Viña en dirección a Playa Ancha por la avenida Errázuriz, cuando a la altura de las calles Rodríguez y Las Heras se detiene para dejar un pasajero, momento en que un pequeño grupo de hinchas de Universidad de Chile la aborda abruptamente.

En cosa de segundos una lluvia de piedras cayó sobre el bus, reventando los vidrios y causando terror entre los pasajeros que no entendían qué estaba sucediendo. "Fueron unos 80 hinchas de Wanderers que venían persiguiendo a los de la 'U' y estos buscaron resguardo en la micro, los gritos de la gente y los niños, sobretodo, eran desgarradores, muchos pasajeros quedaron lesionados producto de las tremendas piedras que lanzaban y los vidrios que les caían en sus cabeza", relató el conductor de la máquina, Jesús Vergara.

Vergara agregó que fue amenazado por los hinchas azules de que "quemarían" la micro si no la hacía partir de inmediato. Por otro lado, el dueño del bus, Juan Carlos Chupai, aseguró que la máquina resultó con el 80% de sus vidrios destrozados y que el costo para reparar los daños asciende a 1.500.000 de pesos.

"Se hizo la denuncia del caso, pero Carabineros dice no contar con el personal para hacerse cargo de todos los actos delictuales que ocurren en los contextos de los partidos. Yo pararía las máquinas, pero este trabajo, aparte de ser un negocio, es un servicio de utilidad pública para que las personas se transportan. Por lo mismo necesitamos protección, ya que aparte del daño material daña a la gente que no tiene nada que ver como los conductores y pasajeros heridos", lamentó el empresario.

"Este es un hecho grave, hace tiempo que no teníamos en Playa Ancha acciones violentas como las que vimos ayer (sábado)"

"Este trabajo, aparte de ser un negocio,

es un servicio de utilidad pública para que las personas se transportan. Por lo mismo necesitamos protección"

80 porciento De sus vidrios quedaron destrozados tras el ataque realizado por parte de hinchas caturros.

$1.500.00 Es el cálculo entregado por el dueño de la máquina para costear los daños producidos por el violento ataque.

A.Paredes / N.Valverde