Cuba y EE.UU. entran en semana clave para el deshielo diplomático
La Habana. Ambos países sostendrán una serie de diálogos que definirán los principios y pasos para el restablecimiento de sus relaciones. Migración y embajadas serán parte de las conversaciones.
Cuba y EE.UU. vivirán esta semana un hito crucial en su histórico proceso de deshielo diplomático con la primera reunión, que tendrá lugar en La Habana, entre funcionarios de ambas administraciones para trazar la hoja de ruta de la nueva etapa en sus relaciones.
Para este jueves está fijado el diálogo que definirá "los principios y pasos" para el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas en ambos países, después de una enemistad que se remonta a 1961.
Serán dos mujeres las que liderarán las respectivas delegaciones que se sentarán en esa mesa de conversaciones: la estadounidense Roberta Jacobson, secretaria adjunta para Latinoamérica, y la cubana Josefina Vidal, directora general para EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Antes de ese encuentro, el miércoles 21, se celebrará una nueva ronda del diálogo migratorio que La Habana y Washington comenzaron a celebrar hace algunos años como parte de los acuerdos alcanzados en 1994 y 1995 para mantener una inmigración "segura, legal y ordenada".
Para algunos observadores, la agenda de negociación entre Cuba y EE.UU. "es inmensa" y lo más probable es que en la reunión del jueves se definan "prioridades" en asuntos "en los que es más fácil" ponerse de acuerdo como la apertura de embajadas, según dijo a EFE el ex diplomático cubano Carlos Alzugaray.
Tras el histórico anuncio del 17 de diciembre, los cubanos han asistido con cierta sorpresa a la rapidez con que avanza el proceso de deshielo, en un país poco acostumbrado a los cambios veloces.
Y es que las conversaciones de esta semana ya llegan precedidas de hitos como la entrada en vigor el viernes pasado de las nuevas medidas anunciadas por el gobierno de Obama para relajar el embargo sobre la isla.
Ese levantamiento parcial de las sanciones incluye más facilidades para las visitas de estadounidenses, intercambios comerciales de bienes básicos, material de construcción, equipos de telecomunicaciones o maquinaria agrícola, transacciones bancarias hasta ahora prohibidas y más dinero en las remesas a Cuba, de US$ 500 a US$ 2 mil por trimestre.
Ante esas medidas de EE.UU., muchos analistas y observadores consideran que la pelota queda ahora en el tejado de Cuba, que deberá crear reglamentos y facilidades que favorezcan esa liberación del comercio y los viajes desde el país vecino.
"Cuba tiene que ser proactiva en lugar de reactiva, no sólo hacia los actores de los EE.UU., sino también abrir espacios a la pluralidad patriótica dentro de su sociedad civil", opina el cubanoamericano Arturo López-Levy, profesor adjunto en el Centro de Estudios Globales de la Universidad de Nueva York. Según este académico, el giro diplomático anunciado el 17 de diciembre marca un "punto de no retorno" y, aunque las relaciones bilaterales "están todavía lejos de ser óptimas, nunca han tenido un marco más prometedor desde que el Presidente (James) Carter salió de la Casa Blanca en 1981".
Mabel González / Agencias
1960
EE.UU. impuso un embargo comercial y económico sobre Cuba. En 1962 se recrudecieron las sanciones.
17
de diciembre el Presidente Barack Obama anunció un giro en la diplomacia de su país con la isla.
3
Un grupo de congresistas demócratas comenzó el sábado 17 una visita de tres días a Cuba.