Cuando se anunció hace unos meses que Valparaíso sería escenario de solo dos partidos de tercer nivel en la Copa América, el alcalde porteño Jorge Castro reconoció que se sentía "perjudicado".
En esa oportunidad el jefe comunal porteño hacía ver además que en Viña del Mar se habían programado tres encuentros -incluyendo uno de cuartos de final- en un estadio que no estaba terminado.
La situación de Sausalito sigue siendo delicada. De hecho el 31 de enero la organización del certamen debe conocer un informe del avance de las obras en el coliseo, que ha sido puesto en duda como sede por el atraso de su remodelación.
Ante esto, Castro toma la iniciativa y pide que si finalmente la Ciudad Jardín no puede recibir el torneo de selecciones, los partidos que se iban a disputar ahí se trasladen al Elías Figueroa.
"Es tremendamente riesgoso que proyectos de envergadura como la construcción de un estadio, tengan tiempos tan acotados. Lamento que varios recintos deportivos donde se disputará la Copa América estén listos tan encima del mismo torneo, por lo que no habrá siquiera marcha blanca, mire lo que pasa en Viña, dicen que las obras terminan en el mes de mayo y la Copa América parte en junio" dice el alcalde de Valparaíso.
El jefe comunal recuerda el triste ejemplo del nuevo estadio Playa Ancha, que ante la primera lluvia terminó inundado. Según Castro, los recintos que reciben este tipo de torneos debieran estar debidamente revisados y probados, por lo cual es un serio riesgo programarlos en estadios que todavía ni siquiera se utilizan.
"La Copa América es vista por nosotros como un evento que compromete al país entero, por lo cual fue un acto arriesgado de la ANFP haber programado en estadios que están al filo, esto puede terminar siendo una situación tan desastrosa como la participación de la Selección Sub 20 en el Sudamericano de Uruguay, que fue una vergüenza. Ante eso, estamos convencidos que estos torneos y responsabilidades son del país, y si las circunstancias indican que habrá tardanza en las entregas de los coliseos, las otras ciudades debemos estar preparadas para absorber parte de esa competencia", dice.
- ¿Cuál es su opinión sobre lo que pasa en Viña del Mar?
- No me gusta lo que sucede, cuando le va bien a Valparaíso le va bien a Viña.
- Si Sausalito no alcanza a llegar para la Copa América, ¿usted va a solicitar que los partidos programados en ese estadio se jueguen en el Elías Figueroa?
- Yo espero que Viña del Mar tenga su estadio listo, pero si así no ocurriera, esa sede no debe irse de la región, los partidos deben ir a Valparaíso. La primera de las alternativas es que se jueguen en el Elías Figueroa, aunque tengamos un calendario mayor. Todo lo que está programado para la sede de Sausalito debe programarse en la sede de Valparaíso, sumando lo que ya se iba a jugar en Playa Ancha. Bajo ningún punto deben salir esos partidos a otra región o a otra comuna.
- Cuando se asignaron los partidos del torneo, usted hizo ver lo complicado que era programarlos en una sede cuyo estadio todavía no se terminaba…
- Siempre he dicho que en el gobierno pasado se apuró todo para entregar el estadio Elías Figueroa antes del cambio de mando, muchas de las cosas que se debieron haber corregido no se hicieron y hoy por ejemplo tenemos un problema grave en la cancha. Se decía que tenía todas las maravillas del mundo y terminó siendo un fiasco. También dije en su momento que me parecía arriesgado que la dirigencia del fútbol llevara como sede un estadio con los inconvenientes que tiene Sausalito. Nadie tiene la certeza que el estadio será entregado en la fecha convenida, salvo la ministra de Deporte. Ese optimismo no cuenta con que quizás las obras estén en mayo, pero no habrá un rodaje, que tiene que ver con la cancha, con el pasto, con los lugares para los periodistas. Mire cómo estamos hoy, algunos apuestan que estará listo Sausalito, pero están haciendo nudos de Pilatos en los pañuelos. Yo espero que lleguen, pero hay muchas incógnitas. Lo importante es que cualquiera sea la circunstancia, las alternativas sean de la región. No me gustaría que por el riesgo de que las obras no se terminen, le den otra sede a Santiago, eso sería impresentable.