A principios de octubre la localidad rural de Lliu Lliu, en Limache, despertó conmocionada con una cruel matanza de perros. Desconocidos untaron con veneno el cuerpo inerte de un potrillo, el cual tras ser ingerido por más de 30 canes les fue provocando la muerte uno a uno. A más de tres meses de aquel episodio, los parceleros que vieron morir a sus mascotas aún mantienen las esperanzas de poder llegar a la total verdad.
Andrea Vittini, vecina que encabezó la cruzada para denunciar lo ocurrido, recordó que actualmente son tres las querellas que han sido interpuestas en el Tribunal de Garantía de Limache y que la Brigada de Delitos del Medioambiente de la Policía de Investigaciones, mantiene bien avanzadas sus pesquisas.
"La PDI ya llegó a una conclusión en su informe, porque yo hablé con ellos, y aún queda un par de diligencias más para que se impute a una persona que sería la responsable y que sería un cuidador de una de las parcelas", manifestó la vecina de Lliu Lliu.
La investigación que ordenó la autoridad sanitaria en aquella ocasión y que profundizó la PDI, logró establecer que en la matanza de perros se utilizó un poderoso insecticida agrícola denominado Tamaron, un organofosforado altamente tóxico.
Andrea Vittini sostuvo que confía en el avance de la investigación y manifestó que tras la muerte de los perros de al menos cuatro propiedades, lo que buscan es establecer una medida ejemplarizadora. Ello porque la crueldad animal, a su juicio, ha llegado a niveles demasiado elevados.
"Queremos que siente un precedente. Para mí esto no tiene ningún fin de lucro y lo único que quiero es que esto no vuelva a pasar. Que esta gente entienda en definitiva que no es llegar y envenenar perros", sostuvo Andrea Vittini.
Pese a que en los últimos días no se han sucedido episodios como el de octubre, los parceleros temen que en un corto plazo se repita.