En nuestra visita al Festival de las Artes, en el Parque Cultural de Valparaíso, excárcel, nos topamos en sus alrededores con una triste imagen, que representa el desprecio que tienen muchos porteños respecto a su propio hogar y alrededores. Es triste ver cómo a nuestra Joya del Pacífico la tratan tan tristemente. No matemos lo maravilloso que nos entrega esta ciudad, que es invaluable. Hago un llamado a la conciencia y al deber de cuidar esto para las próximas generaciones.