Familias reunidas en torno a la parrilla protagonizan el 'lado B' del Derby 2015
viña del mar. El tradicional melón con vino amenizó las expectativas por los resultados de las carreras.
Desde hace 130 años, cuando se desarrolló el primer Derby chileno en el Valparaíso Sporting de Viña del Mar, miles de familias se reúnen entre el sonido de los fervientes espectadores, las apuestas, la tonada que avisa el inicio de una nueva carrera; las parrillas cargadas de carne, anticuchos y empanadas. Mientras que, el melón con vino y el mote con huesillo bien helado, sirven para capear el calor y amenizar la espera entre una competencia y otra.
Sin duda todo un panorama que, para algunas personas, se ha convertido en una tradición familiar que se ha traspasado por generaciones. Es el caso de la familia Hidalgo-Mena, cuyo patriarca, Agusto Hidalgo, venía al Derby desde los 9 años con su padre Felisanto a apostar a las carreras de caballos. Hoy comparte un asado familiar en un camping improvisado en el centro de la pista, rodeado por sus hijos y nietos que cada año lo acompañan al evento.
"Antiguamente venía harta gente, más que ahora. Nunca ganamos grandes sumas de dinero en las apuestas, pero lo importante es venir a disfrutar. Ahora toda mi familia viene por mí, y me gustaría que mis nietos continuaran viniendo con sus hijos para seguir la tradición", cuenta Agusto.
tradición familiar
"Yo tengo recuerdos de infancia muy bonitos de acá, veníamos con mis papás y mis 10 hermanos. Mis tías nos compraban helados, y todos apostábamos al caballo que mi papá apostaba, igual que ahora, para este Derby le apostamos al n°7 Il Campeone, el caballo de Arturo Vidal. Lo pasamos súper bien nosotros", cuenta emocionada la hija mayor de los Hidalgo, Jeanette.
La familia Espinoza de Miraflores se reúne hace más de 30 años en el Derby, comparten carnes a la parrilla junto a los hermanos, primos, tíos, sobrinos, y aseguran que desde que la matriarca de la familia los llevó por primera vez cuando eran muy pequeños, han disfrutado gratos momentos.
Así lo aseguró uno de sus integrantes, Eduardo Espinoza: "Mi mamá traía a mi hermano en una caja platanera cuando era guagua. Hoy llegamos a las 7 de la mañana a instalarnos, tomamos desayuno y hacemos un asado para el almuerzo y después en la noche hacemos otro para celebrar el ganador del Derby".
Y a modo de anécdota agregó que: "Yo no tomo en todo el año, pero vengo aquí y tomo vino con melón porque es lo típico. No puede faltar".
Por otro lado, el amigo de la familia Espinoza, Luis Álvarez, quien también asiste todos los años al Derby, contó además su experiencia como jinete, carrera que culminó abrutamente tras sufrir la caída de su caballo en el año 1990.
"Yo no corrí el Derby. Es que correrlo es como jugar por la selección chilena. Pero siempre he venido con mi familia y mis hijos. Recuerdo que antes, cuando ya se iba la gente, nosotros veníamos con una bolsa y recogíamos todos los boletos de apuestas que la misma gente botaba y se iba porque pensaban que no iban a ganar, así que los cobrábamos y nos íbamos con unas buenas moneditas para la casa", recordó Espinoza.
resguardo policial
El mayor Felipe Neira, al mando de la tenencia temporal que Carabineros dispuso para resguardar la seguridad de los asistentes al recinto del Sporting, aseguró que: "El acceso libre de vehículos se inició el sábado a partir del medio día hasta las 23 horas", y se habría registrado una entrada cercana a los 3 mil vehículos.
Al mismo tiempo, el mayor Neira afirmó que en el desarrollo del Derby 2015 no hubo grandes incidentes; salvo algunos detenidos con antecedentes mientras se realizaban controles de identidad y la prohibición de la venta de alcohol, por no tener la patente correspondiente.