Aunque las cifras del desempleo en la Quinta Región aumentaron el 2014, en relación con el año anterior, existe un moderado optimismo entre las autoridades del sector, los empresarios y en el mundo académico, en que esta situación pueda revertirse en los próximos meses. De acuerdo a las cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), esta zona del país cerró el año pasado con una desocupación anual de un 7,3 por ciento, mayor que la del año 2013, que fue de un 6,9 por ciento.

Ante este panorama, no obstante las perspectivas positivas en torno a que se estaría terminando un ciclo de desaceleración de la economía y que el panorama debería tender hacia una recuperación, es necesario llamar la atención, tanto de las autoridades como del sector privado, a materializar proyectos e iniciativas encaminados a obtener mejores resultados, en una región que se ha caracterizado por su bajo dinamismo, a pesar de la gran variedad de sus actividades económicas y diversificación, abogando así porque los planes, programas e iniciativas como 'Valparaíso Ciudad Creativa', fruto de un acuerdo marco suscrito entre la Cámara Regional del Comercio y el Gobierno, avancen más allá de las meras exposiciones académicas.

Frente a las apreciaciones del seremi de Economía, Omar Morales, de que se espera que las manufacturas puedan repuntar y que el comercio debe crecer al mejora las condiciones de empleo y que igualmente la construcción debiera repuntar, el presidente de la Cámara de Comercio Gustavo González, sostiene que continúa presente la desaceleración, con factores como la caída de la inversión, a lo que se agrega la incertidumbre por las reformas promovidas por el Gobierno. Todo ello, añade, afecta al crecimiento y al empleo.

Para salir de esta caída, y considerando que la Quinta Región se ubica como la tercera con mayor nivel de desempleo, tras Bío Bío y Coquimbo, es imperativo que se cristalicen los planes de inversiones e incentivos del Gobierno, junto con el sector privado que debe desarrollar una actividad dinámica, sobre todo en los rubros del comercio, manufacturas, minería y construcción.

La obesidad es una acumulación anormal o excesiva de grasa corporal que puede ser perjudicial para la salud. Esta se mide por el Índice de Masa Corporal (IMC), el que se obtiene de la fórmula: peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros (kg/m2). La Organización Mundial de la Salud (OMS) define sobrepeso como un IMC igual o superior a 25, y la obesidad como uno igual o superior a 30.

Esta problemática está dada por el desequilibrio entre calorías ingeridas y las gastadas. La ausencia de actividad física genera también un desequilibrio energético que desemboca en el aumento de peso.

Un informe reciente emanado de la OMS concluyó que la obesidad alcanzó proporciones epidémicas a nivel mundial, estimando que cada año mueren al menos 2,6 millones de personas a causa de esta patología.

Lo que es peor para Chile, es que la investigación descartó la antigua teoría que aseguraba que éste era un problema exclusivo de países de altos ingresos y agregó que actualmente también acosa a naciones pobres o en vías de desarrollo, como la nuestra. Obviamente, no necesitamos de este estudio, que es muy valioso, para darnos cuenta que nuestra sociedad está viviendo hace años esta problemática, lo que resulta preocupante.

De hecho, en Chile ya es la sexta causa de muerte. Cuatro millones de chilenos mayores de 15 años presentan obesidad. Lo más preocupante es que existen muchas enfermedades asociadas a ella, tales como el alto incremento de riesgo cardiovascular, que incluye infarto cardíaco, arterioesclerosis, hipertensión arterial, accidente cerebrovascular, enfermedades metabólicas como diabetes y trastornos psicológicos como depresión, entre otras.

En este contexto, toda la sociedad debe actuar ya: las familias, tomando conciencia y generando pautas de alimentación saludable para todos sus integrantes; el Gobierno y los parlamentarios, creando leyes y campañas que protejan a los chilenos; y los privados, que mucho tenemos que decir en esto, ofreciendo alternativas que ayuden a la población a combatir este problema.

Por ello, el Hospital Clínico Viña del Mar inauguró el Centro de Obesidad y Cirugía Metabólica, lugar en el que los pacientes se someten a un programa integral de atención personalizada, a cargo de un médico tratante, nutricionista, psicólogo y kinesióloga, quienes entregan herramientas efectivas para lograr la baja de peso, logrando un cambio en sus vidas sin cirugía y, para casos más complejos, con Cirugía Bariátrica: Bypass gástrico vía Laparóscopica, y Gastectomía en Manga Laparoscópica.

Esperamos que este esfuerzo, junto al de muchas otras instituciones ayude a miles de chilenos a tener una mejor vida, lejos de esta epidemia.