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"Las regiones van a tener un rol protagónico en levantar información para preparar el censo"

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En septiembre del año pasado la directora nacional del Instituto Nacional de Estadísticas, Ximena Clark, daba a conocer los resultados de la auditoría interna respecto al proceso censal de 2012, la que arrojó en una de sus principales conclusiones que la tasa de omisión había sido del 9,6%, o sea, que casi un millón 800 mil personas no habían sido censadas.

Ante esto, y en medio de la polémica que generó la información, se optó por realizar un censo abreviado el 2017, en el cual el INE ya trabaja con la misión de obtener la información necesaria para el diseño de políticas públicas y además, recuperar la imagen de un servicio que se vio afectado por la situación.

"Durante todos los meses de 2014 y ahora el primer trimestre de 2015 la tarea en la que estamos embarcados es hacer toda la planificación y detección de todas y cada una de las actividades que tienen que desarrollarse hasta el 19 de abril de 2017 que es el día que se va a salir masivamente a preguntar y posteriormente también", señala la directora con pasado en el Banco Central.

¿ Cómo va la preparación del censo abreviado de 2017 y en particular en la región?

-Estamos en una etapa de planificación que durará hasta marzo de este año. Después viene toda una etapa preparatoria del precenso que se hará durante el 2016 y que, en términos simples, constituye el operativo a través del cual se sale a todas las calles para detectar viviendas, hogares y personas. Ese insumo que uno obtiene en términos de información es lo que nos sirve posteriormente para asignar el trabajo a los censistas el día que se concrete el proceso.

los cambios

-¿Qué medidas están tomando para evitar lo ocurrido el 2012?

- Acá hay diferencias en términos de modalidad de censo, lo que tiene impacto en cómo se planifican las actividades. En el 2012, a seis meses de salir a la calle, se cambió de un censo de hecho a un censo de derecho. Este último pregunta sobre la residencia habitual y el de hecho, que es el que siempre se ha realizó en el país y que vamos a hacer ahora, se hace sobre dónde durmió la persona la noche anterior. En términos logísticos el de hecho está asociado a una salida masiva principalmente en un día, pero que se continúa en las semanas posteriores porque hay personas con las que siempre es más difícil acceder.

-¿Y cómo se ha desarrollado el proceso previo?

-Lo que partimos haciendo ya el año pasado fue hacer un diagnóstico de todos los problemas que fueron ocurriendo y que impidieron un buen desarrollo finalmente en terreno. El tema de la capacitación es esencial porque finalmente en la medida que tú transmites buenas instrucciones a quienes van a ir a las casas, la información que se recoge es de mejor calidad.

-¿Qué tan importante es la información previa?

-Buena parte del éxito de un censo depende de que la información que se levantó en el precenso haya sido lo más precisa posible. Y para que eso ocurra hay mucho trabajo cartográfico y de límite geográfico que se debe actualizar previamente y en eso estamos hoy. Por ejemplo, una de las medidas a nivel regional que hemos adoptado es fortalecer el trabajo local en el ámbito geográfico. En el pasado no teníamos un geógrafo por cada región, hoy sí lo vamos a tener y estamos armando un equipo para que, dado que las regiones es donde más información tienen del propio terreno, ellas tengan un rol protagónico en levantar esa información para el precenso.

-¿Y qué otro aspecto debe mejorarse en relación al censo anterior?

-Hay otros que tienen que ver también con asegurarnos que la comunidad se sienta muy partícipe de este operativo estadístico porque la verdad es que con este episodio que ocurrió, uno se termina dando cuenta de lo importante que es esta información. Hoy día queremos que la gente se sienta integrada y que colabore, por eso estamos con una serie de actividades de acercamiento a la comunidad para todo lo que son los productos estadísticos del INE y con un rol protagónico para lo que es el censo.

-El nivel de omisión para el censo de 2012 fue cercano al 10%, ¿eso en regiones fue superior?

-Fue variable, y ese es un buen punto porque no solo a nivel nacional la omisión fue muy alta, sino que hay una gran heterogeneidad a través de las regiones y eso complejiza mucho más algo que ya resultó ser complicado y deficiente en términos de la cobertura que se obtuvo.

¿Fue compleja para el INE esta situación en términos de credibilidad, tomando en cuenta la repercusión que tuvo este caso en la ciudadanía?

-Efectivamente y esto lo hemos dejado de comentar tanto porque finalmente ya han pasado una buena cantidad de meses. Aquí hubo una decisión que se tomó a nivel muy directivo y con poca participación de equipos técnicos y tuvo que ver con cambiar de una modalidad a otra sin adecuar la planificación de actividades que se requieren. Parece que es un cambio simple, pero la verdad es que hay mucho trabajo de operación, de logística, de la misma capacitación que se requiere adecuar para un cambio así. No se puede hacer en seis meses. Si bien esa fue una decisión directiva, a la hora de asignar responsabilidades, la comunidad pensó en el INE como un todo y eso obviamente afectó a los equipos.

-Pero, ¿no hay nada que se pueda rescatar?

-Aprendemos de la experiencia pasada y hay aspectos que se pueden rescatar, como un software para georreferenciar información. Seguimos con ese software y mejoramos aspectos que en el pasado no funcionaron también.

información regional

Una de las principales falencias del país apunta a la falta de información específica de regiones, ¿el INE va a desarrollar instrumentos para avanzar en ese aspecto?

-Por un largo tiempo, y acá no solo hablo del INE, sino de quienes estamos involucrados con estadísticas, hemos dicho y repetido que falta más información a nivel regional. Vamos a trabajar para suplir la brecha estadística; ahora, es bueno mencionar que los procesos estadísticos y los productos estadísticos no se sacan de la noche a la mañana, son productos que requieren de una fase de diagnóstico inicial, de marcha blanca y de una entrada en implementación que fácilmente puede durar uno o dos años.

-Pero es una falencia importante...

-Si no tenemos información a nivel local, claramente hay una falencia para diseñar políticas públicas, eso lo asumimos y estamos comprometidos con eso antes incluso de que saliera el reporte de descentralización, que tiene un área que se refiere a las estadísticas regionales. Ahora también ocurre que hay un tema económico porque los productos estadísticos, para que sean rigurosos y que cumplan con todas las fases, la verdad es que son costosos. Hay que tener claro que el bueno, bonito y barato, cuando se trata de productos estadísticos no existe.

-En lo específico, ¿qué va a pasar con el Inacer?

-Vamos a tener cambios para que sea más representativo, más preciso en dicha representatividad a nivel regional y que al mismo tiempo cumpla con las mejoras metodológicas que se están dando a nivel nacional.

-¿Qué otros instrumentos están desarrollando?

-Estamos trabajando en una encuesta que se denomina Uso del Tiempo, que es en extremo relevante para no solamente saber cómo la gente asigna su tiempo, ya sea en ocio o trabajo y dentro de ello remunerado o no remunerado, sino que queremos avanzar en valorizar posteriormente este último para formular políticas que aborden esa temática.

-Este año debutó el índice de manufacturas en las regiones más industrializadas como la Quinta...

-Efectivamente las regiones tienen necesidades que a veces difieren a pesar que hay elementos comunes. Por ejemplo, para mejorar índices a nivel regional, lo que uno tiene que hacer es mejorar los directorios de las empresas, tener mejor identificadas a las empresas en sus diferentes tamaños, pero falta avanzar en lo que son las pymes.

¿Habrá un censo agropecuario?

-Es un trabajo que se está coordinando con el ministerio de Agricultura y Odepa. Y estamos haciendo toda la difusión conceptual previa que se hace normalmente antes de un censo.

"Aquí hubo una decisión que se tomó a nivel muy directivo y con poca participación de equipos técnicos y tuvo que ver con cambiar de una modalidad a otra sin adecuar la planificación"

La directora asume que la imagen del ine quedó dañada ante la opinión pública, lo que espera revertir durante su gestión.