Más recursos para la región con nuevo subsidio al Transantiago
Transportes. Ministerio contrató análisis financiero con el fin de aumentar por tercera vez los fondos del sistema capitalino.
Diversas reacciones ha generado el anuncio que realizó el sábado el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, quien en entrevista a El Mercurio dio a conocer la contratación de la consultora norteamericana Embarq que estará a cargo de realizar un análisis a la estructura financiera del Transantiago, con el fin de incrementar el aporte fiscal al sistema de transporte capitalino.
Por tercera vez, desde que se inyectaron recursos por US$3.460 millones en el año 2009 y la aprobación del Congreso, en septiembre del 2013, de un sistema de subsidio permanente que le entrega US$725 millones anuales hasta el año 2022, el Transantiago podría recibir recursos frescos ad portas de cumplir ocho años de funcionamiento en la Región Metropolitana.
Mientras a nivel central algunos expertos cuestionan la iniciativa, porque consideran que los recursos pueden perderse en un sistema que no mejora su calidad, a nivel regional se valoró de manera positiva, debido a que más fondos para el sistema de transporte capitalino se traducirá en la misma cantidad de dinero para las regiones gracias a la Ley Espejo.
De acuerdo a los datos otorgados por la Secretaría Regional Ministerial de Transportes, el 2015 los fondos espejo ascienden a 15 mil millones de pesos, dinero que se asigna a la implementación de una serie de proyectos vinculados al área y cuyo destino es decidido en última instancia por el Gobierno Regional a través de la discusión de los Fondos Nacionales de Desarrollo Regional (FNDR).
"Cada vez que ha existido un incremento del subsidio al Transantiago se ha visto reflejado en un aumento en los fondos de la Ley Espejo, por tanto esta iniciativa debería incorporar subsidios para el transporte en regiones. La repavimentación de la avenida España, que ya se anunció, se hará gracias a recursos de fondos espejo, los que tratamos de utilizar de la mejor forma en infraestructura que mejore la calidad de vida y el transporte de la región", aseveró el intendente (s), Omar Jara.
Más proyectos
En esa línea había formulado declaraciones el titular de la cartera, quien señaló que "se subsidia para tener un sistema de transporte público que no sea caro y para que la gente no use otros modos de transporte que contaminan y congestionan más". En tanto, el seremi de Transportes, Patricio Cannobbio, insistió en que un país en vías de desarrollo, como Chile, es imprescindible un sistema de subsidio al transporte público que otorgue un servicio básico de calidad.
"Siempre lo he dicho, debió haber sido una política nacional subsidiar los sistemas de transportes, porque deben ser entendidos como un servicio básico de suma importancia, la gente necesita trasladarse de un lado a otro y los sistemas de transportes deben ser modernos, de calidad y adecuados a las condiciones de cada región", manifestó Cannobbio.
Para la autoridad regional, "no hay mal que por bien no venga", ya que los problemas en el Transantiago han servido para gatillar una serie de recursos para las regiones que se traducen en la implementación de proyectos que benefician la calidad de los sistemas de transportes, además de mejorar la infraestructura vial.
"Siempre hay muchas ideas y pocos recursos, por ejemplo está el tema del teleférico para conectar con el centro de Valparaíso los cerros y zonas aledañas. La Presidenta ya aprobó 66 millones de dólares para el estudio de este sistema de transporte en Chile, en ciudades como Antofagasta, Valparaíso y otras", añadió el seremi de Transportes.
Cannobbio agregó que en su cartera también existe interés por estudiar la posibilidad de implementar sistemas de tranvías en ciertos lugares, iniciativas que podrían ser financiadas con mayores recursos para la región, siempre que se apruebe la iniciativa del Ministerio y aumenten los fondos para el sistema de Transportes de Santiago.
Ley Espejo
Dos años y medio después del inicio del Transantiago, el Congreso aprobó la Ley de Subsidio al Transporte Público (20.378), más conocida como la ley espejo de fondos del Transantiago. La norma fue largamente debatida y en septiembre del año 2009 se determinó asignar a las regiones una cantidad similar de los recursos que el sistema capitalino recibía como subsidio del Estado. Mientras en Santiago se buscaba evitar el aumento del precio de la locomoción colectiva, en regiones se pretendía mejorar la infraestructura, el transporte público y conectar zonas aisladas.
Es así como los dineros provenientes por la ley espejo se dividen en dos. Cierta cantidad es asignada para la ejecución directa del Ministerio de Transportes, siendo utilizados para disminuir tarifas, y el resto es destinado a los gobiernos regionales, para que éstos privilegien los proyectos a financiar, siendo traspasados para su ejecución al Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR).