La casa de los sueños
¿Cómo sería la casa de tus sueños? Seguramente, lo primero que se nos viene a la cabeza es rememorar aquellas gigantescas mansiones dignas de un clásico del cine: cancha de fútbol, una o más piscinas, jacuzzi, jardines inmensos adornados por árboles, muchas habitaciones, en fin, la lista de anhelos puede resultar interminable.
Pero no todos sueñan con la misma casa. TECHO-Chile quiso ahondar en esta temática a través de la campaña www.lacasademissueños.cl, con el objetivo de dar a conocer la realidad en la que viven más de 30 mil familias de campamentos en el país. A través de la instalación de una vivienda precaria en diversos centros urbanos y una fuerte campaña en las redes sociales, muchos ciudadanos de la región pudieron enfrentarse a la realidad de vulnerabilidad en la que viven las familias más excluidas del país.
Espacio reducido, sin habitaciones ni servicios básicos, donde la lluvia se cuela por entre las paredes y ventanas, accesos anegados por el barro, falta de espacios públicos. Todas estas problemáticas implican vivir en un terreno irregular, donde el hacinamiento afecta las múltiples dimensiones del desarrollo familiar.
La campaña busca reflexionar respecto a los anhelos y aspiraciones que tenemos como chilenos, las que muchas veces dependen del contexto en el que nos desarrollamos a lo largo de nuestra vida. Sin la intención de juzgar, mientras la mayoría de nosotros anhela que la casa perfecta tuviese piscina o enormes patios, todavía existen familias que sueñan con tener agua potable en sus casas o poder pasar un invierno tranquilo sin temor a que la lluvia transforme todo en una pesadilla.
Más que cuestionar las prioridades, es necesario ahondar en la preocupante distorsión que existe respecto a las oportunidades que tienen muchos ciudadanos, de las cuales carecen las familias de los campamentos. Lo anterior se traduce, por ejemplo, en los críticos fenómenos de segregación urbana que se manifiestan en las grandes ciudades: familias marginadas del desarrollo, con problemas habitacionales, de acceso a la salud, a transporte y a seguridad. Herencia de una política habitacional mal implementada, que hoy busca abogar por la inclusión social en todas sus dimensiones.
Si bien el camino parece ser el correcto, aún los esfuerzos no son suficientes para erradicar la extrema pobreza. Con un trabajo integral, estoy convencido que tarde o temprano la casa de los sueños será un lugar donde las familias más pobres podrán vivir con dignidad.
Alejandro Muñoz