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Se acaba el Festival y llega marzo

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Se termina el Festival de Viña del Mar. La fiesta de la música que marca el verano en Chile hace ya 56 años, apaga sus luces y comienzan a prenderse los focos de este nuevo año, que parte con todo en marzo. El mes de los útiles escolares, pago de patentes y, además, el periodo en que la actividad política inicia su trabajo concentrado -en periodos normales- en el Congreso Nacional. Hoy el escenario es distinto.

Este 2015 se viene cargado de noticias relacionadas con los tribunales, específicamente con la evolución que tengan los casos Penta - Soquimich y Dávalos, a lo que se debe sumar lo que pueda resolver la UDI respecto a la continuidad de sus principales líderes a raíz de su relación con el financiamiento de campañas con facturas ideológicamente falsas. O sea, un desfile de políticos por los pasillos de la justicia.

A esto se debe agregar lo que ocurrirá con eventuales acuerdos transversales (incluidos empresarios, como lo ha señalado la Sofofa) relativos a cómo se resolverá a futuro el costo de las campañas presidenciales, parlamentarias, municipales y, ahora último, de consejeros regionales (aún falta por ver si los intendentes serán electos por la ciudadanía). Aquí, el debate se trasladará al Congreso Nacional, donde claramente se tratará de dar una señal de unidad, que permita de alguna manera mejorar la percepción de la ciudadanía sobre el trabajo que hacen. Sin embargo, esto dependerá de qué tan buena sea la ley de financiamiento de campañas y cómo se fiscalizará.

A nivel local, se espera para el 23 de marzo la formalización del diputado Christian Urízar (PS), por su presunta relación en el llamado caso Fraude 2 a la Intendencia regional. Esto, siempre y cuando no sea nuevamente aplazada por situaciones ajenas al trabajo de la Fiscalía.

Sin duda, un escenario preocupante, donde la pauta de marzo estará centrada en casos polémicos que son analizados en la justicia y que se alejan bastante de lo que el votante, el ciudadano a pie, quiere ver de sus representantes. Interesante, sí, es que cada una de las indagaciones llegue hasta las últimas consecuencias y se aclaren todas las causales y, obviamente, se apliquen las sanciones que establece la ley.

¿Se ha tocado fondo? ¿Las pifias en la Quinta Vergara -cada vez que los humoristas hacían chistes políticos- son una señal? Aquí es cuando se requiere de una respuesta clara, honesta y una acción decidida de todos los estamentos de la sociedad, que permita salir de esta "crisis" fortalecidos y con normas claras de transparencia, ética y trabajo político.

El país y su democracia no resisten más de estos escándalos. La responsabilidad de evitarlos y sancionarlos es de todos.